Sabes que a menudo me convierto en luna llena
para tocar con mi luz tus espacios.
Sabes que me gusta recorrer cuan alquimista
la magia de tus cristales.
Sabes también que muchas veces encuentro en el silencio
la mejor manera de hablarte
de perpetuar nuestros Ser dos.
Saber que busco siempre, a toda hora, en todos mis caminos,
en todo aquellas pequeñas
cosas que hacen a mis días.
Sabes que me imagino compartir de la mano cada mirar juntos
cada espacio, cada hoy, cada mañana.
Sabes que se que tú lo sabes...