En su famosa conferencia, "La vida en el Universo", Stephen Hawking observó que lo que normalmente consideramos como 'vida' está basado en cadenas de átomos de carbono, con unos pocos de otros átomos,
como el nitrógeno o el fósforo.
Podemos imaginar que uno podría obtener vida con otros fundamentos químicos, como el silicio, "pero el carbono parece ser el caso más ventajoso, ya que contiene la química más rica."
Varios eminentes científicos piensan de otra manera, que la vida en el universo podría tener un gran número de posibles bases bioquímicas que van, desde la vida basada en el amoniaco a la basada en hidrocarburos y silicio.
Los silicatos tienen una química muy rica con tendencia a la formación de cadenas, anillos, y láminas.
Uno de los fundadores de la genética moderna, Cairns-Smith, argumentaba que las capas de silicatos cristalinos funcionaban como una forma primitiva de vida en la temprana Tierra, antes de que se desarrollaran las formas de vida basadas en el carbono.
La Tierra se formó, en gran parte, al margen de los elementos más pesados, incluyendo el carbono y el oxígeno.
De alguna manera, observa Hawking, "algunos de esos átomos consiguió fijarse en las moléculas del ADN.
Una posibilidad extremadamente improbable dada la formación de algo como el ADN, que se reproduce a sí mismo.
Sin embargo, en un universo con un gran, o casi infinito, número de estrellas, uno podría esperar que ocurriera en unos pocos sistemas estelares, aunque estuviesen muy separados entre sí."
Otros prominentes científicos han advertido que nosotros los humanos, podemos estar cegados por nuestra familiaridad con las condiciones del carbono parecidas a las de la Tierra. En otras palabras, lo que estamos buscando ni siquiera se acerca a nuestra versión de un “sweet spot”
('punto dulce' = punto donde la combinación de factores da lugar a la máxima respuesta según una determinada cantidad de condiciones).
Después de todo, incluso aquí en la Tierra, cualquier tipo de "punto dulce"
no es más que otra pesadilla de la peor especie.
En cualquier caso, no es excesivo pensar que nuestro primer encuentro con la vida extraterrestre no será una fiesta exclusivamente basada en el carbono.
Los bioquímicos alternativos especulan que hay diversos átomos y solventes que potencialmente podrían generar vida. Ya que carbono ha funcionado para las condiciones de la Tierra, se puede especular que también pudiera hacerlo en todo el universo.
En realidad, hay muchos elementos que podrían hacer este truco. Incluso los elementos más contra-intuitivos, como el arsénico, podrían ser capaces de soportar la vida bajo las condiciones apropiadas.
Incluso en la Tierra, algunas algas marinas incorporan el arsénico en las moléculas orgánicas complejas como arsenoazúcares y arsenobetainas.
Hay otras pequeñas formas de vida que utilizan el arsénico para generar energía y facilitar el crecimiento.
El cloro y el azufre también son posibles sustituciones elementales de carbono. El azufre es capaz de formar moléculas de cadena larga como el carbono.
Ya han sido descubiertas algunas bacterias terrestres capaces de sobrevivir en azufre en lugar de oxígeno, mediante la reducción del azufre
en sulfuro de hidrógeno.
El nitrógeno y el fósforo también podrían potencialmente formar moléculas bioquímicas. El fósforo es similar al carbono en su capacidad para formar moléculas de cadena larga por sí solo, lo que posiblemente permitiría la formación de macromoléculas complejas, de hecho, cuando se combina con nitrógeno, puede crear una gama bastante amplia de moléculas,
incluyendo anillos.
¿Y qué pasa con el agua? ¿No es indispensable para la vida?
No necesariamente. El amoníaco, por ejemplo, como hemos mencionado anteriormente, tiene muchas de las mismas propiedades que el agua.
El amoniaco, o una mezcla de amoniaco-agua, se mantiene líquido a temperaturas mucho más frías que el agua.
Estos tipos de bioquímicas pueden existir fuera de la convencional
"zona de habitabilidad" basada en el agua. Un ejemplo de tal situación sería aquí mismo, en nuestro propio sistema solar, en la luna más grande
de Saturno, Titán.
El metanol de fluoruro de hidrógeno, el sulfuro de hidrógeno, cloruro de hidrógeno y formamida, han sido sugeridos como disolventes adecuados que teóricamente podrían apoyar una bioquímica alternativa.
Todos estos "sustitutos del agua" tienen sus pros y sus contras cuando se consideran en el medio ambiente terrestre.
Lo que hay que tener en cuenta en un ambiente radicalmente distinto, viene dado por las reacciones radicalmente diferentes.
El agua y el carbono podrían ser las últimas cosas a tener en cuenta para la vida en condiciones extremas planetarias.
Si bien algunos de estos escenarios pueden parecer cosa de ciencia ficción, es importante entender que los fundamentos de la vida en la Tierra, la asociación de una proteína con un ácido nucleico, visto de manera abstracta, no ayuda a transmitir ese producto final que conocemos como ballenas azules
ni las óperas de Mozart.
Después de unos mil millones de años, nuestros descendientes podrían haber descubierto otros sistemas de la vida física, como el plasma dentro de las estrellas, que se basaría en la influencia recíproca de los patrones de fuerza magnética y el movimiento ordenado de partículas cargadas.
De hecho, la vida, bien podría existir dentro de nuestro sol.
Otras formas estarían basadas en la radiación emitida por los átomos y las moléculas aisladas en una densa nube interestelar, similar a la que describía el físico Fred Hoyle en su thriller de ciencia ficción, "The Black Cloud".
Esas nubes podrían tener una larga vida útil, de una duración de millones
de años antes de su colapso.
La posibilidad favorita del personal de The Daily Galaxy es la vida en las estrellas de neutrones, que estaría basada en las propiedades de los átomos poliméricos, capaces de formar cadenas que podrían almacenar y transmitir información de manera extrañamente parecida a las funciones de los ácidos nucleicos, que son las moléculas que transportan la información genética
o forman las estructuras dentro de las células.