domingo, 19 de agosto de 2012

Es solo un café.


Hace tiempo que te veo a lo lejos. 
Que te veo ir y venir por la autopista.
 Que sueño contigo. Que te veo por la ventana y que me encantas. 
Que he despertado mis sentidos dormidos. 
Que siento de nuevo.
Hace tiempo que tal vez sin quererlo, sin siquiera saberlo, me ayudaste a tener confianza en el futuro. A creer que no todo está perdido.
 A querer tirar a un lado los miedos y los traumas.
 Y por todo ello te debo un gran GRACIAS!!!. 
Aún así, de lejitos, has significado algo importante en mi vida,
 has puesto una lucecita que brilla por la noche, mezclada con las estrellitas que a veces cubren el firmamento contaminado de la ciudad.
Desde que te descubrí un día cualquiera, he ido aprendiendo a quererte, así, despacito pero cada día mas. Irremediablemente.
 Presiento que solo necesitaría verme en tu mirada, saborear tu perfume 
y oír una palabra tuya. 
Me tomaría tres segundos y no más enamorarme de ti.
 ¿Qué peligroso? ¿no?
Por eso quiero decirte: Te invito un café
Y cuando digo esto no quiero decir exactamente eso, quiero decir déjame verme en tu mirada, saborear tu perfume y oír una palabra tuya.
 Déjame enamorarme de ti en solo tres segundos.
 Déjame reducir un poco las distancias, déjame regalarte una violeta con un beso en su interior. Buscar la manera, los mecanismos. 
¿Que hay mas sensual y romántico que un café en una tarde lluviosa?

¿Cómo ves? ¿Te arriesgas?
Te invito un café
Al fin y al cabo es solo un café.