Si se toma un papel y se dobla por la mitad y se sigue doblando una
y otra vez se llegará a un punto donde resulta imposible seguir
haciéndolo.
Lo más probable es que no se pueda doblar más de seis veces,
sin que importe mucho el tamaño de hoja que se utilice.
Si se emplea un papel fino, se podrá doblar siete veces y con dificultad hasta ocho, pero por muy delgado que sea no
se podrá pasar de ahí.
Curiosamente, si se pudiese seguir doblando, rápidamente
se produciría un fenómeno sorprendente, ya que el grosor
se haría gigantesco.
Con un papel normal, cuyo espesor viene a ser de unas 0,8 décimas
de milímetro, al doblarlo 42 veces adquiriría un grosor
de 351.000 kilómetros.... la distancia de la tierra a la luna