El físico Pat Lukens, del experimento CDF del Fermilab, ha anunciado la observación de la partícula Ωb-.
La partícula contiene tres quarks:
dos extraños (s-strange) y uno fondo
(b-bottom) y tiene una masa seis veces la del protón.
La observación de esta partícula, que predice el modelo, standard es significativa ya que permite profundizar sobre el modelo standard y además el resultado está en conflicto con el obtenido en el experimento DZero.
La partícula Ωb- es la última entrada en la tabla periódica de los bariones, que son las partículas formadas por tres quarks, siendo los ejemplos más habituales de este tipo del partículas el protón y el neutrón.
El acelerador de partículas Tevatrón del Fermilab es único en su capacidad de
producir bariones que contienen el quark fondo (b-bottom) y la cantidad de años de experiencia y éxitos del acelerador permiten estudiar este tipo de partículas extrañas.
Combinando casi la mitad de mil billones de colisiones protón-antiprotón realizadas en el Tevatrón, los investigadores del CDF han conseguido aislar
16 ejemplos en los que las partículas procedentes de la colisión revelan un traza de la partícula Ωb-.
Una vez que se produce esta partícula, viaja a lo largo de una fracción de un milímetro para después decaer en partículas más ligeras.
Este decaimiento, gobernado por la fuerza nuclear débil, tiene lugar en una trillónésima parte de un segundo.
De hecho, los investigadores del CDF han realizado la primera medida del tiempo de vida medio de la partícula, obteniendo el valor 1.13 ps.
El experimento DZero anunció su propia observación de la partícula Ωb- basándose en un conjunto inferior de datos del Tevatrón.
Lo interesante de la nueva observación del experimento CDF es que entra en conflicto con los resultados anteriores del DZero. La masa que han medido los investigadores del CDF de la partícula Ωb- es 6054.4 ±6.8(stad.) ±0.9(sist.) MeV/c2, dintita del valor 6165±10(stad.)±13(sist.) MeV/c2, medido por los investigadores del DZero.
Estos dos resultados son estadísticamente inconsistentes, dejando la incógnita de si los investigadores han medido la misma partícula.
Además, los investigadores han observado una velocidad de producción distinta de la partícula. Quizás lo más interesante es que ninguno de los experimentos arroja luz sobre las observaciones del otro.
Aunque los últimos resultados obtenidos en el experimento CDF están de acuerdo con los valores teóricos esperados para la masa y velocidad de producción de la partícula Ωb- hace falta profundizar en la investigación para resolver el puzzle sobre los resultados contradictorios