Artículo publicado por Charles Q. Choi el 16 de agosto de 2012
En un extraño giro de la física solar, la forma de nuestro Sol es más redonda de lo que anteriormente se había pensado, aunque también más plana – o aplastada – lo que hace que sea más ancho en el centro que en los polos, dicen los científicos.
Los hallazgos, que se anunciaron el 16 de agosto, abren nuevos misterios sobre la actividad en el interior del Sol, añaden los investigadores.
El Sol pasa por cambios de actividad periódicos. Durante estos ciclos solares de aproximadamente 11 años de duración, el número de manchas solares en la superficie del Sol puede aumentar y disminuir drásticamente.
¿Qué forma tiene nuestra estrella?
Hasta ahora los astrónomos habían supuesto que la forma del Sol cambiaba a lo largo de este ciclo. El flujo de materia en el interior del Sol y su atmósfera se cree que varían con el tiempo debido a la gran actividad magnética que acompaña al ciclo solar, que a su vez modificaría la forma del Sol.
“Hasta ahora, casi todo lo que hemos medido con suficiente precisión en el Sol varíaba con el ciclo de manchas solares de 11 años”, comenta el autor principal del estudio, Jeffrey Kuhn, físico e investigador solar en la Universidad de Hawái en Pukalani, aSPACE.com.
Aun así, durante más de 50 años, los investigadores han tenido bastantes dificultades para medir la forma del Sol.
“Literalmente hay decenas de medidas, y la mayor parte de ellas no concuerdan”, dice Kuhn. “La mayoría de las diferencias son atribuibles a lo difícil que es ver pequeños cambios en la forma a través de la atmósfera”.
Ahora, usando datos procedentes del Observatorio de Dinámica Solar (SDO) de la NASA, los investigadores midieron la forma solar a lo largo de un periodo de dos años, desde 2010 a 2012, durante el cual el Sol pasó de un mínimo de actividad de manchas solares a un máximo. Este observatorio se encuentra en el espacio, lo que ayuda a evitar la influencia distorsionadora que la atmósfera de la Tierra puede tener sobre las medidas de la forma del Sol.
“Ahora que tenemos la precisión necesaria para medir la forma, resulta que no varía”, comenta Kuhn.
Nuestro Sol, más plano
En contra de todas las expectativas, Kuhn y sus colegas encontraron que la forma ligeramente aplanada del Sol – con un ecuador más ancho y una distancia más corta entre sus polos – es notablemente estable y casi no se ve afectada por el ciclo solar.
Esto sugiere que la forma del Sol “realmente está controlada por propiedades fundamentales de la estrella, y no tanto por el magnetismo superficial del Sol, que es muy variable”, apunta Kuhn.
Sin embargo, aunque el Sol está ligeramente aplanado, su forma es más redonda de lo que predice la teoría, añaden los investigadores.
“El hecho peculiar de que el Sol es ligeramente más redondo de los esperado para encajar con nuestra comprensión de su rotación, también es una pista importante en este viejo misterio”, dice Kuhn. “Este hecho indica que hay otras fuerzas en funcionamiento para darle esta forma redonda. Probablemente no hemos comprendido cómo funciona la turbulencia de gases en el Sol, o cómo organiza el magnetismo que solo podemos ver en la superficie. Encontrar problemas en nuestras teorías siempre es más emocionante que no encontrarlos, dado que es la única forma de aprender más cosas”.
Futuras investigaciones para medir la forma del Sol con mayor precisión pueden también ayudar en el análisis de cómo las oscilaciones de las profundidades del Sol se manifiestan en su superficie. “Esta será una potente nueva herramienta para comprender por qué cambia el Sol, y cómo afectará a la Tierra en el futuro”, señala Kuhn.
Los científicos detallan su investigación en la edición en línea del 16 de agosto de la revista Science.