domingo, 19 de agosto de 2012

sobre Los inexistentes grados Kelvin y grados Richter



Es muy habitual ponerle el cerito de grado al lado de la K de Kelvin o decir que los terremotos tienen una intensidad de nosecuantos grados 

en la escala de Richter.
Pues bien, ambos son ejemplos del uso incorrecto de las unidades porque los Kelvin no son grados ni tampoco lo son los valores de la escala de Richter.
La escala Celsius que define los grados centígrados (aunque lo de centígrados ya se considera obsoleto y se debe decir Celsius) se establece de forma arbitraria dividiendo en 100 partes iguales la temperatura que va desde el punto de fusión del agua a 1 atmósfera (es decir, el momento en que el agua sólida está en equilibrio con el agua líquida) hasta el punto de ebullición 
a 1 atmósfera (momento en el cual el equilibrio se da entre la fase líquida
 y la fase gaseosa). Estos dos valores fijan los dos límites para definir la escala y se dividen en 100 partes iguales.
Cada grado es un 1% de la distancia entre ambos valores de temperatura. 
Por cierto, la razón de que el porcentaje de alcohol en volumen en las bebidas alcohólicas se mida en grados es justamente que se trata de un porcentaje.
 Y si acudimos a la definición de grado veremos que una de las acepciones de la palabra hace referencia a una escala porcentual.
Los Kelvin por contra, no se definen entre dos valores arbitrarios.
 El valor 0 K se establece como la menor temperatura posible, definida además por el tercer principio de la termodinámica como el  punto en el cual la entropía de una red cristalina perfecta es 0 a dicha temperatura.
 Es la unidad escogida en el Sistema Internacional de Unidades para la temperatura absoluta.
Lord Kelvin definió la escala partiendo de la base de la escala Celsius y por eso el “tamaño” de un kelvin es igual al de un grado Celsius. 
Para ello, se calcularon los valores de referencia de la escala Celsius en Kelvin. 
Pero la diferencia fundamental es que la escala Kelvin es una escala de temperaturas absoluta. No depende de definiciones arbitrarias o de elegir una sustancia concreta y establecer unas condiciones termodinámicas particulares para hacer la definición. 
Simplemente se define su principio y ya está.
 Pero no es una graduación porcentual. 
Por eso, aunque es cierto que en el pasado se llamaba “grado Kelvin” 
en la actualidad se considera incorrecto.
Otra escala que suele confundirse erróneamente con una escala graduada es la escala sismológica de Richter.
Richter quería tener una escala capaz de diferenciar terremotos poco intensos de otros mucho más intensos.
 Es una escala de magnitud, porque nos da idea del orden de magnitud que tiene la energía que se libera en un terremoto. 
Por eso la escala Richter es logarítmica.

Como podemos apreciar, no se establece un valor 0, un valor 10 y se divide en partes iguales. Toda la escala va dada en términos de la magnitud que tiene la energía que se ha liberado.
 Por tanto, la expresión correcta sería: “este terremoto ha alcanzado una magnitud de 8.3 en la escala de Richter” 
y no “este terremoto ha alcanzado 8.3 grados en la escala de Richter”.


El “truco” para recordar si una escala está graduada o no es acudir precisamente a la idea intuitiva de graduación donde se eligen dos puntos y se dividen en 100 partes iguales. 

Cualquier escala que no se defina manifiestamente de este modo, no es graduada y por tanto no es correcto hablar de grados en ese caso.