miércoles, 29 de agosto de 2012

Yo Soy Tú. La Vía Láctea (20358)


Hablemos documental de Philhelleness, autor de un brillante espectáculo cósmico que reclama las glorias conquistadas de la ciencia en la labor por acercar la indescriptible lejanía de la infinidad expresadas en las estrellas de nuestra galaxia en relación con el interior del ser humano. 
 Tal como demanda el autor, somos al nacer ese polvo cósmico del que están hechas las estrellas. 
 Aunque el título, La Ciencia Salvó mi Alma, puede sonar a liturgia religiosa,
 es todo lo contrario; un himno a la grandeza de la ciencia como el estandarte responsable de la auténtica sabiduría cósmica y también divina.
 Algunas de la reflexiones que hace incluyen la protesta humana que la mente hace al digerir la grandeza extraordinaria que nos refleja el cosmos, el poder desvanecedor de la riqueza energética concentrada en los cielos.
 Nos pretende acercar al interior de la galaxia, lo que “hay ahí fuera, el tipo de cosas, la escala de las cosas, la edad de las cosas, la violencia y destrucción, la terrible energía, la implacable gravedad, la abrumadora distancia…
 Pero me siento seguro porque sé que mi mundo está protegido por la misma distancia que otros temen.
 Es como si el Universo te gritara a la cara:
 “¿Sabes lo que soy, cuán magnífico soy y qué edad tengo?
 ¿Puedes siquiera comprender lo que soy? 
¿Qué eres tú comparado conmigo?”.
 Y cuando sabes suficiente Ciencia puedes sonreír al Universo y responder: 
“ yo soy tú”.
“Puedo incluso ver a millones de años en el futuro que ese destello azul explotará algún día esterilizando cualquier sistema solar cercano en un apocalipsis que hará que la cólera de los dioses humanos parezca lamentable en comparación. 
Fue de esta destrucción de la que yo fui creado. 
Las estrellas parecen morir para que yo pueda vivir; 
yo surgí de una supernova y tú también.
A la luz de este incuestionable hecho, este inamovible conocimiento,
 esta verdad parcial pero instructiva, ¿en qué lugar quedan, en el siglo XXI y posteriores, las afirmaciones mágicas de las religiones organizadas?
¿Quieres saber algo sobre dios? Muy bien.
 Ahí está la Galaxia.
Comprender sólo parcialmente la escala de una sola galaxia es casi desaparecer, y cuando recuerdas las otras galaxias encoges 
100.000 millones de veces más aún.
 Pero entonces recuerdas lo que eres. 
Los mismos hechos que te han hecho sentir tan insignificante también te dicen cómo llegaste aquí. Es como hacerse más real.
 O quizá el Universo se hace más real. 
De repente encajas; de repente perteneces a ello; no tienes que hacer reverencias y no tienes que mirar a otro lado.
 En esos momentos todo lo que tienes que hacer
 es acordarte de seguir respirando.
El cuerpo de un recién nacido es tan viejo como el Cosmos. 
La forma es nueva y única pero los materiales tienen 13.700 millones de años de edad, procesados por fusión nuclear en las estrellas,
 moldeados por el electromagnetismo. 
Palabras frías para procesos increíbles. 
Y aquel bebé eras tú. Eres tú. Tú eres increíble”.  
 DISFRUTA con unos buenos auriculares.