miércoles, 10 de octubre de 2012

by. Crónicas de la Tierra sin Mal


El genocidio más grande de la historia, la conquista y colonización de América, cumple el 12 de octubre 514 años de su acto inicial, cuando Cristóbal Colón pisó por primera vez una tierra que lejos de pertenecer a un "nuevo" mundo, 
era habitada por distintas culturas desde hacía miles de años.
Los pueblos con organizaciones socio-políticas más complejas comenzaron 
a desarrollarse desde dos mil años antes de Cristo, y a la llegada de los españoles no había una, dos o tres culturas como suele enseñarse y difundirse, había infinidad de culturas a lo largo de todo el territorrio americano.
No obstante, normalmente se conoce y se nombran sólo a aquellos pueblos que entraron en contacto con el español, los que además tenían una organización expansionista.
La multiplicidad de situaciones y la heterogeneidad cultural es una característica de este largo período americano conocido y reducido al término de "precolonial" dejando en una nebulosa la riqueza cultural del continente.
Sobre esa riqueza accionaron los europeos a partir de 1492.
Con la llegada de los conquistadores se inició un exterminio que arrasó con 
90 millones de pobladores de la región y quebró el desarrollo cultural de este lado del Atlántico.
Un mundo que fue invadido por el apetito imperial y la soberbia eurocentrista, y sumió en la desolación la cosmovisión milenaria de la vida americana.
Definido primero como "Descubrimiento de América", luego como
 "Día de la Raza", más tarde como Encuentro de Culturas, la llegada de
 los peninsulares fue, para los pueblos originarios y para la historia universal, una conquista, una invasión, una masacre.
El poder en América comenzó a recorrer el camino de la aculturación, 
de la evangelización, la colonización, la destrucción de las economías autóctonas, y todo pasó a ser dominio de los invasores, tanto las riquezas 
naturales cuanto los hombres.
Las riquezas se fueron a la metrópoli y los hombres murieron en los socavones, en el dolor frente a tanta barbarie, en las enfermedades que llegaron de Europa.
Siglos después se abrieron los procesos de independencia con luchas que recorrieron el continente y que fueron lideradas por los criollos, quienes expulsaron a los españoles.
Más tarde, los criollos edificaron los Estados Nacionales pero dejaron afuera 
a los pueblos originarios, invadieron sus tierras y los persiguieron.
Se imponía una concepción racista al interior de los poderes locales.
No obstante, en las márgenes de esta historia y en medio de la destrucción,
 de la atomización y del dolor más profundo, hubo permanentes luchas de resistencia.
Y continuaron circulando los valores de las viejas culturas, que se fueron transmitiendo de abuelos a nietos en la más absoluta intimidad y clandestinidad.
"Ser" fue la aspiración que las distintas culturas originarias buscaron en forma subterránea.
Hoy mantienen vivo su origen y su cultura entre 50 y 60 millones de habitantes de Latinoamérica, según cifras de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Bolivia, Perú, Guatemala y Ecuador son los países donde la población 
es mayoritariamente indígena, luego sigue México y Honduras y el conjunto 
del subcontinente, donde el mestizaje testimonia las huellas originarias.
No obstante, las cifras sobre población indígena son difíciles de precisar 
por la misma discriminación y negación que sufren los pueblos originarios.
Distintos historiadores coinciden en que el 12 de octubre no hay nada que celebrar, que no se puede celebrar la conquista y destrucción de pueblos.
Coinciden en que el festejo como "acto civilizatorio" -que es la idea que rigió para justificar su conmemoración- niega el valor de la vida humana, desconoce
 a los pueblos originarios y a los avances en las investigaciones de las ciencias sociales, que revelan "la otra historia".
Los pueblos originarios contemporáneos fueron los primeros en oponerse
 al festejo del 12 de octubre y organizaron un contrafestejo el día anterior
 como el último momento de libertad.
Como parte del contrafestejo, los reclamos por sus derechos vienen de lejos, 
la tierra, los recursos naturales, la identidad, la lengua, 
y abarcan todo el territorio latinoamericano.
Consecuencias del patrimonio cultural de América, a causa del asesinato, saqueo español en contra de lo mal llamado " Descubrimiento " :
Desaparición de los sistemas políticos y organizativos de los pueblos amerindios.
Pérdida definitiva de su soberanía.
Desaparición de numerosas lenguas autóctonas y casi extinción de otras.
 Las lenguas indo americanas pasaron a un segundo plano y se impusieron definitivamente los idiomas europeos.
Destrucción de las obras culturales de los pueblos originarios (textos, obras de arte, religiones, templos, ciudades, obras artesanales, monumentos, caminos, memoria, etc.).
Inferiorización y desprecio por las culturas originarias.
Inferiorización y desconocimiento de la naturaleza humana de los pueblos originarios al ser reducidos a la categoría de "encomendados" sometidos a colonizadores europeos, en el caso de la mal llamada " conquista española".
Durante la "conquista de América" se produjo un colapso demográfico de la población Aborigen.
Las razones del mismo se encuentran en debate, distinguiéndose las corrientes que lo atribuyen a un efecto no deseado de enfermedades epidémicas traídas por los europeos, de aquellas que sostienen que se trató de un genocidio, originado en el trato dado a losaborígenes,
 de estos actos da fe la Federación Pijao en Colombia.
La Cumbre de los Pueblos Indígenas de América sostiene que la acción de los conquistadores europeos no solo causó uno de los genocidios más grandes de la historia, destruyendo cientos de culturas y estableciendo un sistema permanente de opresión y explotación, sino que también sostienen que el genocidio y la explotación fue continuado por los estados nacionales sucesores de las potencias coloniales. En ese sentido, el Primer Encuentro Continental de Pueblos Indios, reunidos en Quito en 1990 expresó en la Declaración de Quito:
"Los Indios de América no hemos abandonado jamás nuestra constante lucha contra las condiciones de opresión, discriminación y explotación que se nos impuso a raíz de la invasión europea a nuestros territorios ancestrales."
En sentido similar la Cumbre Continental de Pueblos y Organizaciones Indígenas del Continente de Abya Yala, reunidos en Mar del Plata en 2005, declaró:
"Nosotros, los Pueblos y Organizaciones Indígenas del Continente de Abya Yala -América- reunidos en territorio ancestral del Pueblo Mapuche, Mar del Plata, Argentina, del dos al cuatro de noviembre, primeramente invocamos, la cosmovisión de nuestros mayores y siguiendo el camino trazado por ellos, en un marco de unidad y armonía entre nosotros y con nuestra madre naturaleza, damos las siguientes palabras.
Que, esta Cumbre Continental Indígena en Mar del Plata 2005, es la continuación de 1990 en el Encuentro Continental Indígena. El Segundo Encuentro Continental de un proceso de Unión Continental del Águila 
y el Cóndor, iniciado en Quito.
Que somos los representantes de más de 50 millones de mujeres y hombres indígenas del continente y somos Pueblos preexistentes a la creación de los actuales Estados, por lo que ejercemos y reclamamos el reconocimiento de nuestro derecho a la libre determinación como Pueblos, a fin de decidir nuestra organización política y nuestro propio desarrollo económico, social y cultural.
Que los Pueblos Indígenas hemos sido víctimas por quinientos trece años de 
un proceso de genocidio, colonización y discriminación producto de ideologías 
y políticas imperiales, mismas que han violado nuestros derechos fundamentales. Cualquier diálogo entre Pueblos Indígenas, el Estado y la Sociedad, debe tomar en cuenta la naturaleza colectiva e histórica de estos derechos."


Crónicas de la Tierra sin Mal