Captadas por investigadores de la Universidad de Priceton.
La supernova es una explosión estelar que genera objetos brillantes.
El fenómeno solo ocurre una vez cada cien años.
Científicos de la Universidad de Princeton (EE UU) han captado el momento exacto del nacimiento de una supernova, algo que no es sencillo, ya que
el fenómeno de la supernova se da solo una vez cada cien años.
Hasta ahora sólo se tenían imágenes de horas o días después del nacimiento.
La novedad la publica este miércoles la revista científica británica Nature.
Una supernova es una explosión estelar que produce objetos muy brillantes
en la esfera celeste y suele aparecer donde antes no se observaba nada.
La mayoría de las estrellas masivas (las que tiene una masa ocho veces mayor
a la del Sol) terminan su corta vida en medio de una espectacular explosión, que da lugar al nacimiento de una supernova.
Esta explosión sintetiza nuevos materiales y contribuye
a la evolución de la galaxia.
El equipo de investigación de Princeton, liderado por Alicia Soderberg, fue testigo casual del nacimiento de una supernova en una galaxia de la constelación Lince, situada a 90 millones de años luz de la Tierra.
El cielo, tal como lo vemos por la noche, parece un lugar apacible,
pero está sacudido por las explosiones mas potentes que se puedan imaginar:
Las supernovas
Una supernova es una estrella que, al llegar al final de su vida, se desploma sobre si misma provocando así una gigantesca explosión cuya onda expansiva
se extiende varias decenas de años luz.
En estos vídeos podemos ver unos vídeos de simulación
de estas gigantescas explosiones
En el siguiente vídeo podemos ver la simulación de la supernova
que originó la nebulosa del cangrejo.
Una hipernova es la explosión de una estrella supermasiva.
Este tipo de estrellas se cree que no explotan generando una nube de polvo
y gas, sino que implosionan creando un agujero negro.
Su única emisión son dos gigantescos chorros de radiación gamma
desde los polos de la estrella moribunda.
El resultado de una supernova es una nube de polvo que se mezclará con el gas interestelar. Posteriormente, esta mezcla se contraerá para dar origen a nuevas estrellas y el polvo procedente de la supernova dará origen a los planetas de tipo rocoso, como la Tierra.
Gracias a los datos en rayos X del satélite XMM de la ESA, un grupo de investigadores ha descubierto que un objeto observado por primera vez
hace 25 años no se parece a nada de nuestra galaxia.
(ESA) – Incrustado en el corazón de la supernova RCW103, situada a unos 10.000 años luz, el objeto estelar no se parece a nada que los astrónomos hayan visto jamás en nuestra galaxia.
A primera vista este objeto, de color azul, tiene el aspecto de un denso corpúsculo de materia estelar similar a lo que se conoce como estrella de neutrones, y está rodeado por una burbuja de residuos inorgánicos, justo lo que cabría encontrar tras la explosión de una supernova. No obstante, un examen más exhaustivo del objeto con el satélite XMM-Newton de la Agencia Espacial Europea (ESA) revela emisiones cíclicas (cada 6,7 horas) de rayos X procedentes del puntual objeto. Una frecuencia decenas de miles de veces menor que la que cabría esperar de una estrella de neutrones recién nacida.
Tal comportamiento, más común en las estrellas de neutrones que ya tienen millones de años de antigüedad, es “especialmente misterioso”, a juzgar por la edad del objeto (que cuenta con menos de 2.000 años)
Extraño comportamiento
Bautizado como 1E161348-5055 (o, más corto, 1E), el objeto está enclavado casi exactamente en el centro de RCW103, un resto de supernova ubicado
a 10.000 años-luz en la constelación de Norma.
Los astrónomos creen que tanto 1E como RCW103 nacieron
de la misma catástrofe.
Como otras estrellas de neutrones, que se forman cuando una estrella al menos ocho veces más grande que el Sol se queda sin combustible y explota como una supernova, se estima que 1E mide tan sólo 20 kilómetros de diámetro.
Una explicación para el extraño comportamiento de la estrella es que pudiera tratarse de una magnetar, una rara subclase de estrellas de neutrones con un alto magnetismo. Sin embargo, de la docena de magnetares conocidas,
la mayoría giran sobre sí mismas varias veces por minuto, una frecuencia que supera con mucho a la velocidad de rotación de 1E.
Esta explicación podría ser válida no obstante si la magnetar estuviera rodeada de un disco de escombros que entorpeciera la rotación de la estrella.
Esta circunstancia, que jamás se ha observado hasta el momento, marcaría el descubrimiento de una nueva etapa en la evolución de las estrellas de neutrones, en caso de que se confirme.
Otra explicación, según los científicos, sería que 1E formara parte de un sistema binario con una estrella normal, de baja masa (con sólo la mitad de masa, de hecho, que nuestro Sol).
Los astrónomos ahora son capaces de predecir cuándo un cierto tipo de estrella dejará escapar una potente erupción.
Las explosiones tienen lugar en una estrella de neutrones, un resto del tamaño de una ciudad de una estrella gigante que explotó como supernova hace mucho tiempo y colapsó en una brasa hiperdensa.
Ahora traga material de una estrella compañera mientras los dos objetos se orbitan entre sí cada 3,8 horas.
La estrella de neutrones tiene una gravedad increíblemente fuerte, por lo que absorbe parte del gas de la atmósfera de la estrella compañera.
El gas cae en espiral sobre la estrella de neutrones, acumulándose sobre su superficie lentamente hasta que se caliente a una temperatura crítica.
De pronto, el gas en un pequeño punto de la superficie de la estrella
de neutrones se incendia con una potente explosión, y la llama se extiende rápidamente por toda la estrella.
“Encontramos un reloj que marca cada vez más lentamente, y cuando se ralentiza demasiado, ¡boom! La bomba estalla”.
La explosión aparece como un brillante destello de rayos-X.
El nuevo estudio se realizó con el satélite Explorador Sincrónico
de Rayos-X Rossi (RXTE).
La estrella de neutrones produce aproximadamente de 7 a 10 estallidos por día. Estas explosiones liberan más energía en 100 segundos de la que irradia nuestro Sol en toda una semana. La energía es equivalente a 100 bombas de hidrógeno estallando a la vez sobre un trozo de la superficie
Los científicos han observado miles de estallidos similares procedentes de aproximadamente 80 estrellas de neutrones diferentes, de acuerdo con un comunicado de hoy de la NASA.
Pero hasta ahora no se había logrado predecir cuándo ocurrirían.
Conforme el gas se acumula gradualmente en la superficie de la estrella de neutrones, los átomos que forman el gas se agolpan entre sí para formar átomos más pesados en un proceso conocido como fusión.
A veces la fusión tiene lugar de una forma estable y casi perfectamente repetitiva, produciendo una señal de rayos-X casi regular conocida como oscilación cuasi-periódica (o QPO para abreviar).
Piensa en el QPO como un reloj que marca con una precisión casi perfecta.
Los científicos esperan que el reloj QPO marque una vez aproximadamente cada dos minutos. Esto es lo que el equipo de Altamirano encontró cuando los astrónomos observaron el sistema con RXTE. Pero el equipo también encontró que el reloj QPO empieza a marcar más lento conforme el gas se acumula en su superficie. Siempre que se ralentiza a un ciclo cada 125 segundos, la estrella de neutrones empieza a dejar escapar una potente explosión.
“Podemos predecir cuando sucederán las explosiones”
Este doble sistema estelar es conocido como 4U 1636-53 y está aproximadamente a 20 000 años luz de distancia.
Por supuesto eso significa que las “predicciones” implican explosiones que tuvieron lugar hace 20 000; la luz está llegando ahora.
“Es un descubrimiento apasionante”, añade Tod Strohmayer del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA en Greenbelt, Maryland. Strohmayer es un experto en estrellas de neutrones que no estuvo implicado en este estudio.
Apunta que el marcado del reloj QPO depende del tamaño
y peso de la estrella de neutrones