viernes, 1 de febrero de 2013

Espectacular vídeo de cómo un bacteriófago T7 infecta a una bacteria E. coli


Ian Molineux (Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad de Texas en Austin) y sus colegas han logrado visualizar mediante criotomografía electrónica cómo un virus T7 camina por la superficie de una bacteria E. coli, la reconoce, se fija en su superficie y penetra a través de su membrana doble fosfolipídica. El virus T7 tiene una especie de antenas plegadas en su superficie que es capaz de desplegar en la membrana celular para caminar sobre ella y encontrar un lugar óptimo para la infección. Tras infectar a la bacteria con su ADN, el tubo de inyección colapsa y la membrana de la célula infectada se sella. El artículo técnico es Bo Hu, William Margolin, Ian J. Molineux, Jun Liu, “The Bacteriophage T7 Virion Undergoes Extensive Structural Remodeling During Infection,” Science 339: 576-579, 1 February 2013 (el artículo ya apareció online el 10 de enero). La información suplementaria (de acceso gratuito) no tiene desperdicio.

Dibujo20130201 Tail fiber rotation during absorption
Dibujo20130201 The distal end of the extended tail

Lo más curioso es que el virus T7 no porta ninguna fuente de energía para moverse en la superficie de la célula o penetrar su membrana. 
El mecanismo es, valga la redundancia, mecánico, se libera la energía biomecánica almacenada en la configuración de partida de las moléculas en la cápside del virus y las reacciones físicoquímicas para el movimiento, penetración y liberación del ADN son espontáneas
 (no requieren un aporte extra de energía). Todo esto me recuerda a los juguetes de niños de cuerda, que utilizan gomas elásticas o muelles para almacenar energía, que al ser liberados ponen en marcha el juguete sin necesidad de baterías o fuentes extra de energía.