Si las conclusiones de Peratt son correctas, hace solamente unos pocos miles de años, el cielo terrestre "ardía" con actividad eléctrica.
Las ramificaciones de esta posibilidad afectarán directamente la comprensión de nuestras raíces culturales. ¿Cómo impactaron los acontecimientos registrados en las primeras civilizaciones?
¿Cuál fue fue su relación con las Mitologías del mundo, con el nacimiento de las religiones primigenias o con las mega-construcciones en tiempos remotos?
Gracias al trabajo de investigación del físico y cosmólogo Anthony Peratt, sobre las formaciones inestables de plasma en laboratorio, los científicos del plasma pueden ahora comparar y relacionar, con gran fundamento, dichas formaciones de plasma con miles y miles de dibujos grabados en rocas (petroglifos) por todo el mundo. Sus conclusiones en 2005 confirmarían que inmensas y tremendas configuraciones de plasma fueron observadas en los cielos por nuestros ancestros.
Durante más de 3 décadas el físico y cosmólogo Anthony Peratt, una eminencia en los fenómenos del plasma, dedicó su laboratorio experimental a investigar las formaciones inestables que desarrollan las descargas eléctricas de alta energía. Registró la evolución de estas configuraciones de plasma a través de docenas de fases, algunas de las cuales son llamadas en la actualidad "Inestabilidades de Peratt" debido a que él fue el primero en documentarlas.
Pero el trabajo más reciente de Peratt le hizo dar un cambio de rumbo y los resultados ofrecen de forma apreciable una conexión clara entre la ciencia del plasma y "acontecimientos" que una vez fueron observados en los cielos.
En septiembre de 2000, Peratt tuvo conocimiento de la existencia de miles de petroglifos (dibujos muy antiguos grabados en piedra) y se le sugirió que dichas imágenes quizás correspondían a acontecimientos observados en el cielo por aquellas antiguas culturas.
Este hecho supuso un impacto para Peratt y un cambio en su vida. Inmediatamente comenzó un exhaustivo estudio para documentar los petroglifos recogiendo datos sobre sus localizaciones GPS y orientaciones. Repentinamente se dio cuenta de que aquello grabado en las piedras, que se contaban por miles, se correspondían con numerosas formas que había ya observado en su laboratorio. La correlación era tan precisa que dedujo que no podía ser algo ni casual ni accidental. Los antiguos artistas fueron grabando formaciones de descargas eléctricas por encima de sus cabezas, de tamaño celestial.
En su investigación sobre los petroglifos, Peratt focalizó su trabajo en las zonas del Noroeste y Suroeste de América, si bien también recopiló datos del resto del mundo. Para su estudio in-situ utilizó posicionamiento GPS y siempre tomando nota de la orientación y del campo de visión. Un equipo de unos 30 voluntarios, incluyendo especialistas en varias disciplinas, ayudó a Peratt en su investigación, logrando reunir más de 25.000 imágenes de petroglifos.
Las ilustraciones de la formación más interesante -el "intruso" ú "hombre extraño" mostradas arriba- se han extraído del trabajo de Peratt "Transactions on Plasma Science" del IEEE (Institute of Electrical and Electronics Engineers), Diciembre 2003. En él, Peratt establece de forma tajante su conclusión: "Los patrones recurrentes en los petroglifos 'son reproducciones de fenómenos de plasma en el espacio'".
En el siguiente enlace: IEEE Transactions on Plasma Science, VOL.35, No.4, Agosto 2007 "Characteristics for the Occurrence of a High-Current Z-Pinch Aurora as Recorded in Antiquity Part II: Directionality and Source", es posible descargarse el extenso documento en el que se describe la investigación desarrollada en numerosos lugares del mundo, acerca de los citados petroglifos y su relación con los fenómenos electromagnéticos celestiales de la antigüedad.
Los hallazgos de Peratt son particularmente significativos por ser contrarios a las explicaciones tradicionales sobre los petroglifos.
La mayoría de los expertos, particularmente los dedicados a las fuentes de los Nativos Americanos, argumentan que únicamente el Sol, la Luna y las estrellas reflejan fenómenos celestiales reales. Aparte de ellas, la mayoría de los expertos declaran que los patrones universales sencillamente no existen.
Es más, dicen que los antiguos artistas proyectaban en la roca el contenido subjetivo de trances chamánicos. Peratt, a través de sus investigaciones, dice justo lo contrario y confirma que decenas de imágenes de petroglifos aparecen de forma global por todo el mundo, a través de diversas y diferentes culturas y civilizaciones.
A través de trabajos masivos, algunos de los cuales supusieron una dedicación de vidas enteras, los artistas registraron inmensos fenómenos de descargas eléctricas en los cielos.
La configuración o imagen del "hombre extraño" representada en la imagen se forma cuando un disco o toroide (forma de donut) a través de una columna de descarga lineal, se curva por la influencia de campos magnéticos inducidos por una intensa corriente eléctrica. Desde el punto de vista del observador, las paredes del disco superior parecen "brazos abiertos hacia arriba", mientras que las del toroide inferior parecen "piernas abiertas". El patrón subyacente con forma de "reloj de arena" se ha encontrado por todo el mundo, aunque con sutiles variaciones.
Para poder apreciar la evolución de esta forma de descarga de plasma es esencial que podamos visualizarla en tres dimensiones, tal como se ilustra en la idealización de la imagen de arriba. La imagen gráfica superior izquierda utiliza un gradiente de tono para indicar la estructura de una descarga de plasma luminiscente. Esta estructura no podría ser evidente en una interpretación grabada en la roca. La clave aquí es reconocer que rotando la configuración sobre su eje, no debería cambiar la forma básica o apariencia para el observador. Sin embargo, este hecho no será evidente en una simple grabación en la piedra. Para plantearlo, la imagen que le acompaña convierte la ilustración anterior a blanco y negro, y representa la manera en que la configuración aparecería probablemente en una grabación en la roca.
Nuestra idealización muestra ligeras variaciones entre las componentes superior e inferior, consistentes con las variaciones en común entre el laboratorio y los petroglifos. La forma de "copa de champán" superior se producen en la distorsión de un disco cuando sus paredes se curvan hacia arriba. En el encorvamiento del disco inferior, la curvatura hacia abajo se interrumpe en sus extremidades, las cuales se curvan hacia arriba para crear finalmente algo como una "campana aplastada". Los petroglifos mostrados en la imagen incluyen también otras variaciones. En algunos casos los "brazos" y las "piernas" del "hombre extraño" son horizontales, mientras que en otros casos son más cuadrados que en nuestra representación gráfica, pero ambas variaciones son características de las descargas intensas de plasma.
Nuestra idealización de la descarga con forma de "reloj de arena" acentúa la relación visual de los dos puntos o círculos simétricos con un toroide (forma de donut) visto de canto. Pero se deben tener en cuenta otros muchos matices de tales configuraciones de descargas. El encorvamiento de las extremidades superior e inferior de la forma de "reloj de arena" pueden sufrir variaciones casi ilimitadas. Para ilustrar la extensión de estas variaciones registradas en la antigüedad, incluímos dos interesantes ejemplos en la parte superior derecha del montaje anterior. El primero, muy ligado a la formación básica del "hombre extraño", incluye los dos puntos a derecha e izquierda. El extraño par de "piernas" también se corresponde con ciertos patrones observados en las inestabilidades de Peratt, que típicamente emiten montones de "brazos" o "piernas" de formas muy cercanas a las representadas. Incluso más extraña todavía es la otra figura, cuya "cabeza" se ha reemplazado por el cuerpo de algo que se asemeja a un pato. Sin embargo, también este patrón, particularmente extendido en las Américas, no es accidental según Peratt.
Si las conclusiones de Peratt son correctas, hace solamente unos pocos miles de años, el cielo terrestre "ardía" con actividad eléctrica. Las ramificaciones de esta posibilidad afectarán directamente la comprensión de nuestras raíces culturales. ¿Cómo impactaron los acontecimientos registrados en las primeras civilizaciones? ¿Cuál fue fue su relación con las Mitologías del mundo, con el nacimiento de las religiones primigenias o con las mega-construcciones en tiempos remotos?
Hay razones para creer que los petroglifos nos ayudarán a aclarar un posible giro crítico en la historia humana. También existe una probable conexión con la evolución de los arquetipos míticos. Las representaciones de los petroglifos arcáicos llegaron primero, pero después le ha seguido un incesante número de elaboraciones conceptuales, cuando los antiguos artistas aplicaron su expresión imaginativa a los eventos celestiales que inspiraron a la época mitológica. Los artistas esculpieron en la roca y los creadores de mitos interpretaron eventos eléctricos en el cielo, como secuencias de descargas de plasma que se movían a través de fases discretas, algunas de belleza celestial, otras intensamente violentas y terroríficas.