domingo, 1 de septiembre de 2013

¿Qué pasaría si el Sol se apagara de forma repentina? (30221)

Foto: ¿Que pasaría si el Sol se apagara de forma repentina?

Todos nos daríamos cuenta del gran problema que se nos estaría viniendo encima, especialmente los que hubiesen podido ver cómo el día se ha vuelto noche profunda de manera instantánea. En la región del planeta oculta al Sol (es decir, donde es de noche) el fenómeno tampoco pasaría desapercibido ya que la Luna también desaparecería del firmamento. Normalmente vemos la Luna de color blanco porque refleja la luz del Sol, en un eclipse lunar lo que realmente ocurre es que la Tierra tapa la luz que recibe la Luna y desaparece. Apagar el Sol siempre implica “apagar” la Luna.
Vivir sin luna y sol en el cielo sería la consecuencia más leve del proceso. Lo que causaría problemas es la temperatura. Al igual que si metemos un café hirviendo en el frigorífico y empieza automáticamente a enfriarse, la Tierra se empezará a enfriar desde el mismo momento de la desaparición solar. Ahora mismo tenemos una temperatura media global de 15 grados centígrados, pero en solo una semana sin Sol la temperatura media del planeta llegaría a 0 grados centígrados. Los muy calurosos podrían estar felices con estas temperaturas árticas, pero esa alegría no les duraría mucho.
En un año la temperatura media de la Tierra alcanzaría los -70º C, los océanos se congelarían pero irónicamente se volverían el lugar más seguro del planeta y un posible refugio para los humanos supervivientes. Esto es debido a una de las propiedades químicas más curiosas del agua: el hielo tiene una menor densidad que el agua, lo que le permite flotar sobre el agua líquida. Casi ningún compuesto químico tiene esta capacidad, en la mayoría el compuesto congelado pesa más que el líquido, y no al revés. Lo cierto es que si los océanos se congelan, no lo harán totalmente, solo la capa externa. La capa de hielo superior actúa como escudo térmico para el agua inferior, preservando la temperatura del océano durante varios cientos de años. Por ese motivo, la creación de una colonia humana submarina podría llegar a ser factible.
Finalmente, tras millones de años, la temperatura de la Tierra dejaría de descender alcanzando los -240º C. Esta temperatura es la que obtenemos únicamente a partir de la emisión de calor del núcleo terrestre, sin ninguna fuente de calor adicional. Lo curioso es que en este futuro e hipotético planeta aun existiría vida. Existen microorganismos ultrarresistentes a las bajas temperaturas que podrían sobrevivir en la nueva Tierra, pero la mayor parte de los seres vivos moriríamos.
Primero morirían plantas, ya que sin Sol no podrían realizar la fotosíntesis. Aun así, los arboles no morirían hasta pasados varios meses gracias a su lento metabolismo. Sin plantas, perdemos la base de nuestra cadena alimenticia: los animales herbívoros perecerían por inanición y posteriormente, los carnívoros y omnívoros, nosotros incluidos. Probablemente los pocos animales que hubieran logrado sobrevivir acabarían muertos por las bajas temperaturas. La Tierra se volvería un planeta vacío a excepción de unos pocos microorganismos.
¿Los humanos podemos llegar a sobrevivir a este cataclismo? Ya hemos comentado que retirarse al mar es una buena opción, ya que la temperatura desciende más lentamente. Pero ¿qué hacemos luego? Necesitaríamos alimentarnos y nuestras opciones serían escasas. El plancton también se alimenta a través de la fotosíntesis y los peces de plancton así que la pesca con arpón no sería factible por la falta de peces. La mejor opción sería cultivar nosotros la comida, existen cultivos hidropónicos que requieren poca agua para crecer y no se entierran en el suelo, lo que sería una buena opción.
También podríamos plantearnos la posibilidad de que el Sol no se apague, sino que desaparezca. Este pequeño cambio plantea consecuencias mucho peores. Nuestro planeta gira alrededor del Sol gracias a la fuerza gravitatoria que ejerce sobre nosotros, si el Sol desaparece todos los planetas del Sistema Solar, incluida la Tierra, saldrían disparados por el espacio como balas. Probablemente acabaríamos chocando contra otro planeta mayor como Saturno. Y no habría supervivientes de ningún tipo.
Aunque no hay que preocuparse por ello, el Sol no se puede apagar sin más, y mucho menos desaparecer.  Las estrellas tienen un ciclo de vida largo, y para nuestra estrella todavía le quedan miles de millones de años. Agradézcanselo cada día, pero recuerden… no lo miren directamente…

www.ccme.es

Todos nos daríamos cuenta del gran problema que se nos estaría viniendo encima, especialmente los que hubiesen podido ver cómo el día se ha vuelto noche profunda de manera instantánea.

En la región del planeta oculta al Sol (es decir, donde es de noche) 
el fenómeno tampoco pasaría desapercibido ya que la Luna también desaparecería del firmamento.

Normalmente vemos la Luna de color blanco porque refleja la luz del Sol, en un eclipse lunar lo que realmente ocurre es que la Tierra tapa la luz que recibe la Luna y desaparece. 

Apagar el Sol siempre implica “apagar” la Luna.
Vivir sin luna y sol en el cielo sería la consecuencia más leve del proceso. 
Lo que causaría problemas es la temperatura.

 Al igual que si metemos un café hirviendo en el frigorífico y empieza automáticamente a enfriarse, la Tierra se empezará a enfriar desde el mismo momento de la desaparición solar.

 Ahora mismo tenemos una temperatura media global de 15 grados centígrados, pero en solo una semana sin Sol la temperatura media del planeta llegaría a 0 grados centígrados.

 Los muy calurosos podrían estar felices con estas temperaturas árticas, pero esa alegría no les duraría mucho.

En un año la temperatura media de la Tierra alcanzaría los -70º C, los océanos se congelarían pero irónicamente se volverían el lugar más seguro del planeta y un posible refugio para los humanos supervivientes. 

Esto es debido a una de las propiedades químicas más curiosas del agua: 
el hielo tiene una menor densidad que el agua, lo que le permite flotar sobre el agua líquida.

 Casi ningún compuesto químico tiene esta capacidad, en la mayoría el compuesto congelado pesa más que el líquido, y no al revés.

 Lo cierto es que si los océanos se congelan, no lo harán totalmente, solo la capa externa.
 La capa de hielo superior actúa como escudo térmico para el agua inferior, preservando la temperatura del océano durante varios cientos de años. 
Por ese motivo, la creación de una colonia humana submarina podría llegar a ser factible.

Finalmente, tras millones de años, la temperatura de la Tierra dejaría de descender alcanzando los -240º C.

 Esta temperatura es la que obtenemos únicamente a partir de la emisión de calor del núcleo terrestre, sin ninguna fuente de calor adicional. 

Lo curioso es que en este futuro e hipotético planeta aun existiría vida. 

Existen microorganismos ultrarresistentes a las bajas temperaturas que podrían sobrevivir en la nueva Tierra, pero la mayor parte de los seres vivos moriríamos.

Primero morirían plantas, ya que sin Sol no podrían realizar la fotosíntesis. 
Aun así, los arboles no morirían hasta pasados varios meses gracias a su lento metabolismo. Sin plantas, perdemos la base de nuestra cadena alimenticia: los animales herbívoros perecerían por inanición y posteriormente, los carnívoros y omnívoros, nosotros incluidos.

Probablemente los pocos animales que hubieran logrado sobrevivir acabarían muertos por las bajas temperaturas.
 La Tierra se volvería un planeta vacío a excepción de unos pocos microorganismos.

¿Los humanos podemos llegar a sobrevivir a este cataclismo? Ya hemos comentado que retirarse al mar es una buena opción, ya que la temperatura desciende más lentamente.

 Pero ¿qué hacemos luego? 

Necesitaríamos alimentarnos y nuestras opciones serían escasas.

 El plancton también se alimenta a través de la fotosíntesis y los peces de plancton así que la pesca con arpón no sería factible por la falta de peces. La mejor opción sería cultivar nosotros la comida, existen cultivos hidropónicos que requieren poca agua para crecer y no se entierran en el suelo, lo que sería una buena opción.

También podríamos plantearnos la posibilidad de que el Sol no se apague, sino que desaparezca. 

Este pequeño cambio plantea consecuencias mucho peores. Nuestro planeta gira alrededor del Sol gracias a la fuerza gravitatoria que ejerce sobre nosotros, si el Sol desaparece todos los planetas del Sistema Solar, incluida la Tierra, saldrían disparados por el espacio como balas.

Probablemente acabaríamos chocando contra otro planeta mayor como Saturno. Y no habría supervivientes de ningún tipo.

Aunque no hay que preocuparse por ello, el Sol no se puede apagar sin más, y mucho menos desaparecer. Las estrellas tienen un ciclo de vida largo, y para nuestra estrella todavía le quedan miles de millones de años.

Agradézcanselo cada día, pero recuerden… no lo miren directamente…