martes, 7 de enero de 2014

Sobre... Cambios, transiciones, rupturas…


Nuestras vidas se desarrollan en un teatro, el escenario es la Tierra y, cada uno de nosotros, tiene su papel.

El psicólogo Eric Ericsson llegó a proponer una teoría de estadios psicológicos del desarrollo. Un conflicto fundamental caracteriza cada fase. 

Si este conflicto no queda resuelto, puede enconarse e incluso provocar una regresión a un periodo anterior. 


Todo tiene su evolución y nada permanece. En nuestro Universo y todo lo que contiene (nosotros también), considerado como un sistema cerrado, está supeditado al inexorable transcurrir del Tiempo que, como sabemos, siempre va acompañado por la Entropía que deja sentir sus efectos en todo lo material sea animado o inerte.
Esta es la esencia de la dialéctica. Según esta filosofía, todos los objetos (personas, gases, estrellas, el propio universo) pasan por una serie de estadios. Cada estadio está caracterizado por un conflicto entre dos fuerzas opuestas.
 La naturaleza de dicho conflicto determina, de hecho, la naturaleza del estadio. Cuando el conflicto se resuelve, el objeto pasa a un objetivo o estadio superior, llamado síntesis, donde empieza una nueva contradicción.
Los filósofos llaman a esto transición de la “cantidad” a la “cualidad”.  
Pequeños cambios cuantitativos se acumulan hasta que, eventualmente, se produce una ruptura cualitativa con el pasado. 
Las transiciones de fases pueden ser también asuntos bastante explosivos.
 Por ejemplo, pensemos en un río que ha sido represado.
 
También podría poner aquí el ejemplo más explosivo de una bomba atómica, donde el falso vacío corresponde al núcleo inestable de uranio donde residen atrapadas enormes energías explosivas que son un millón de veces más poderosas, para masas iguales, que para un explosivo químico.  
De vez en cuando, el núcleo pasa por efecto túnel a un neutrones contra los núcleos de uranio, es posible liberar de golpe esta energía encerrada según la formula de Einstein E = mc2.
 Por supuesto, dicha liberación es una explosión atómica; ¡menuda transición de fase!
Las nuevas características descubiertas por los científicos en las transiciones de fases es que normalmente van acompañadas de una ruptura de simetría.
 Al premio Nobel Abdus Salam le gusta la ilustración siguiente: consideremos una mesa de banquete circular, donde todos los comensales están sentados con una copa de champán a cada lado. 
Aquí existe simetría. Mirando la mesa del banquete reflejada en un espejo, vemos lo mismo: cada comensal sentado en torno a la mesa, con copas de champán a cada lado.  
Asimismo, podemos girar la mesa de banquete circular y la disposición sigue siendo la misma.
 Así pues, el de máxima simetría es con frecuencia también un estado inestable, y por lo tanto corresponde a un falso vacío. a simetría se rompe de muchas maneras.
Con respecto a la teoría de supercuerdas, los físicos suponen (aunque todavía no lo puedan demostrar) que el universo decadimensional original era inestable y pasó por efecto túnel a un universo de cuatro y otro de seis dimensiones. 
Así pues, el universo original estaba en un Al principio, cuando el universo era simétrico, sólo existía una sola fuerza que unificaba a todas las que plasma opaco de alta energía que lo inundaba todo. 
Más tarde, cuando el universo comenzó a enfriarse, se hizo transparente y apareció la luz, las fuerzas se separaron en las cuatro conocidas, emergieron las primeras quarks para unirse y formar protones y neutrones, los primeros núcleos aparecieron para atraer a los electrones que formaron aquellos primeros átomos.
  Doscientos millones de años más tarde, se formaron las primeras estrellas y galaxias. 
Con el paso del tiempo, las estrellas sintetizaron los elementos pesados de nuestros cuerpos, fabricados en supernovas que estallaron, incluso antes de que se formase el Sol. 
Podemos decir, sin temor a equivocarnos, que una supernova anónima explotó hace miles de millones de años y sembró la nube de gas que dio lugar a nuestro sistema solar, poniendo allí los materiales complejos y necesarios para que algunos miles de millones de años más tarde, tras la evolución, apareciéramos nosotros.
Cadena pp
Las estrellas evolucionan desde que en su núcleo se comienza a fusionar hidrógeno en helio, de los elementos más ligeros a los más pesados. 
 Avanza creando en el horno termonuclear, cada vez, metales y elementos más pesados.
 Cuando llega al hierro y explosiona en la forma explosiva de  una supernova. Luego, cuando este material estelar es otra vez recogido en una nueva estrella rica en hidrógeno, al ser de segunda generación (como nuestro Sol), comienza de Puesto que el peso promedio de los protones en los productos de fisión, como el cesio y el kriptón, es menor que el peso promedio de los protones de uranio, el exceso de masa se ha transformado en energía mediante E = mc2.
 Esta es la fuente de energía que subyace en la bomba atómica.
Así pues, la curva de energía de enlace no sólo explica el nacimiento y muerte de las estrellas y la creación de elementos complejos que también hicieron posible que nosotros estemos 
Cuando alguien oye por vez primera la historia de la vida de las estrellas, generalmente (lo sé por experiencia), no dice nada, pero su rostro refleja escepticismo. 
¿Cómo puede vivir una estrella 10.000 millones de años? 
Después de todo, nadie ha vivido tanto tiempo como para ser testigo de su evolución. Sin embargo, tenemos los medios técnicos y científicos para saber la edad que tiene, por ejemplo, el Sol.
Nuestro Sol, la estrella alrededor de la que giran todos los planetas de nuestro Sistema Solar, la estrella más cercana a la Tierra (150 millones de Km = 1 UA), con un diámetro de 1.392.530 Km, tiene una edad de 4.500 millones de años, y sabiendo la masa que contiene y que cada segundo fusiona una enorme cantidad de hidrógeno en Helio (4.654.600 Toneladas), le quedan aún otros 5.000 millones de años de vida.
El Universo siempre nos parece inmenso, y, al principio, aquellos que empezaron a preguntarse cómo sería, lo imaginaron como una esfera cristalina que dentro contenía unos pocos mundos y algunas estrellas, hoy, hemos llegado a saber un poco más sobre él. 
Sin embargo, dentro de unos cuantos siglos, los que detrás de nosotros llegaran, hablarán de universos en plural, y, cuando pasen algunos eones, estaremos de visita de un universo a otro...
 ¡Quién pudiera estar allí!
El universo.org.es