La belleza
no era ni trazos,
ni corcheas,
...
ni colores,
ni atardeceres,
ni niños jugando,
ni damas desnudas,
ni paisajes de ensueño.
La belleza es la piel de gallina
cuando nos decimos...
–amor, ven–
al oído.
no era ni trazos,
ni corcheas,
...
ni colores,
ni atardeceres,
ni niños jugando,
ni damas desnudas,
ni paisajes de ensueño.
La belleza es la piel de gallina
cuando nos decimos...
–amor, ven–
al oído.