Se dice que entre los papeles de Ludwig van Beethoven nadie logró identificar las huellas de la amada inmortal.
Se dice que nunca existió o, lo que viene a ser una mayor afrenta si cabe, que fue pura creación literaria de un espíritu atormentado en el siglo del Sturm und Drang.
Nada de eso importa en realidad.
Tú sabes que fuiste, que eres, que serás siempre
. (Lo sabes, ¿verdad?)