Parte de la diversión de la física teórica (incluso si me preguntan a mí cuál es la mejor parte la física teórica) es que llegas a hacer preguntas absurdas y calcular (a menudo igualmente absurdo) las respuestas. Tomemos, por ejemplo, mirar que sucedería si perforas un agujero a través del centro de la Tierra y saltaras dentro de él.
¿Quién querría hacer algo así?
Es obvio que probablemente nadie. Sería para ti la bancarrota y te mataría de muchísimas horribles maneras. Sin embargo, digamos que algún alma valiente emprende la tarea, solamente por amor a la ciencia. ¿Qué pasaría teóricamente?
En primer lugar, vamos a decir lo obvio: No puedes perforar un agujero que atraviese el centro de la Tierra. Decir que carecemos de la capacidad tecnológica para lograr esta hazaña trascendental es una gran, gran subestimación. Por supuesto que podemos perforar agujeros en la Tierra.
¿Cuán profundo podemos llegar?
Al día de hoy, el agujero más profundo es el pozo súper profundo de Koala. La perforación comenzó en la década de 1970 y terminó unos 20 años más tarde, cuando el equipo llegó a 40,230 pies (12.262 metros). Eso es cerca de 7.5 millas, o poco más de 12 km. Eso no es ni siquiera el ancho de un pelo, en comparación con el diámetro de la Tierra. ¿Entonces, por qué nos detuvimos? Bueno, las cosas comienzan a calentarse a medida que te acercas al centro de la Tierra. Esto se debe a que el núcleo de la Tierra es de metal líquido y alcanza temperaturas superiores a los 9700°F (5.400°C). A tan sólo 7,5 millas (12km), el equipo ya estaba viendo temperaturas superiores a los 350°F (alrededor de 170°C).
No es que tenga que decirlo, pero estas temperaturas dejarían muerto.
Si de alguna manera te las hubieses arreglado para perforar un poco más profundo, habrías golpeado magma cerca de 30 millas bajo la superficie del planeta (48km). En ese punto, te hubieses calcinado. Algo nada gracioso.
Aun suponiendo que nos la arreglamos para superar este obstáculo, si desarrollamos una especie de tubo que nos permita pasar con seguridad a través del magma caliente abrasador, el aire mismo te mataría. Más bien, la presión del aire lo haría.
Así como se siente la presión al nadar en el fondo en el agua, se siente la presión cuando tienes más aire encima de ti (esta es la razón por lo que la espesa atmósfera de Venus podría aplastarte y dejarte totalmente plano).
En nuestro planeta, solo tendrías que caer alrededor de 31 millas (50 km) antes de que la presión en el tubo sea tan alta como la del fondo del océano.
Así que a menos que tu intención sea explotar, recomiendo evitar estas profundidades.
Si te las arreglaras para pasar por el tubo a través del magma y succionar todo el aire del tubo sacándolo fuera, vistiendo un traje espacial que te permita respirar, aún así habría problemas. Uno es, la rotación del planeta.
En resumen, a mitad de camino al centro de la Tierra te estarías moviendo de lado a lado a alrededor de 1.500 mph (2400 kph) más rápido que las paredes del tubo. Este hecho es terriblemente malo para tu salud a largo plazo.
Estarías rebotando, golpeando y dando vueltas contra las paredes del tubo y así morirías.
Sin embargo, pongamos de lado todas estas situaciones (y algunas otras que no he mencionado), si lograras saltar al centro de la Tierra, tu impulso te llevaría al otro lado. ¿Cuántos minutos tomaría esto? 42. Eso, como todos sabemos, es la respuesta a la vida, el universo, y todo.
No obstante, la diversión no se detiene allí. Debido a la extrema gravedad de la Tierra, y tu impulso extremo, una vez que llegas al otro lado, caerás a través de la Tierra de nuevo. Harías lo mismo una vez que te acerques al otro lado. Estarías oscilando hacia adelante y hacia atrás de manera sinusoidal. Te convertirías en un yo-yo humano.
