La pregunta es más básica. En un universo de cien mil millones de galaxias, de trillones de estrellas ¿Cómo es posible tener un cielo oscuro?
Las consecuencias de tener un cielo oscuro empezaron a estudiarse en el siglo diecisiete aunque no fue hasta el siglo diecinueve cuando el astrónomo Heinrich Olbers formuló la paradoja que lleva su nombre. En aquella época aun se discutía cual era la forma, las dimensiones y el tamaño del universo. El concepto de galaxia aun no se había desarrollado y se suponía que las estrellas estaban distribuidas por el cielo más o menos al azar. Pero no había pruebas claras sobre cuantas estrellas existían o cual era su edad. Lo único que podían hacer los astrónomos era plantear distintas posibilidades y ver cuales podían explicar el cielo que veía.
Una posibilidad era un universo estático, sin principio ni fin, y lleno de estrellas desde siempre. Dado que no se conocía de donde obtenían su energía podía pensarse que era inagotable. Este concepto de universo estático, y tal vez infinito, sin creador ni creación molestaba a las autoridades religiosas pero era aceptado por muchos científicos.
Sin embargo, Olbers demostró que este planteamiento tenía un error fatal. Si se suponía un universo infinito, con un número infinito de estrellas y estático en el tiempo la única conclusión lógica es que el cielo debía brillar de forma uniforme. Incluso si existían nubes de polvo entre las estrellas y nosotros estas se irían calentado y acabarían emitiendo luz por si mismas. Así que era necesario eliminar alguna de esas suposiciones.
Un universo de tamaño finito, estático y sin un principio tampoco resolvía el problema. La luz de las estrellas acabaría recorriéndolo completamente y calentando todo su contenido. Si un universo sin principio ni fin no era estático, y las estrellas desaparecían con el tiempo, ya tenían que haber desaparecido todas. Y si se creaban al mismo ritmo que se destruían el cielo oscuro quedaba sin explicación.
Quedaban dos posibilidades para intentar explicar la paradoja. Podríamos pensar en un universo finito que se expande constantemente de forma que las estrellas van alejándose entre si. Esta opción dio lugar a la teoría del estado estacionario, un modelo cosmológico de gran éxito en los años 50 y 60 pero ahora descartado. La segunda posibilidad dio lugar al modelo actualmente aceptado, un universo que comenzó en un momento dado y que conocemos como la teoría del Big Bang.
Un cielo parcialmente oscuro nos habla del origen y evolución del universo. ¿Quién dijo que las preguntas simples no son importantes?
Si vamos a él, llevar linterna.
adolfocanals@educ.ar
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