viernes, 7 de marzo de 2008

Una pregunta de gran estruendo: ¿Qué pasa cuando dos agujeros negros chocan?


Marcela, respondiendo a tú pregunta...

Cuando las galaxias se fusionan, podrías preguntarte qué sucede con los agujeros negros supermasivos que yacen en sus centros. Sólo imagina las fuerzas desatadas cuando dos agujeros negros de cientos de millones de veces la masa del Sol se unen. La respuesta te sorprenderá. Afortunadamente, es un evento que debería ser fácil de detectar desde la Tierra, si sabemos dónde buscar.

La mayoría, si no todas, las galaxias del Universo parecen contener agujeros negros supermasivos. Algunos de las mayores pueden contener cientos de millones, o incluso miles de millones de veces la masa de nuestro Sol. Y los entornos alrededor de los mismos pueden llamarse “extremos”. Los investigadores creen que muchos podrían estar girando a la máxima velocidad predicha por las Teorías de la Relatividad de Einstein - una fracción significativa de la velocidad de la luz.

Cuando dos galaxias se fusionan, sus agujeros negros supermasivos tienen que interactuar finalmente. A través de una colisión directa, o cayendo en espiral hasta que finalmente también se fusionan.

Y aquí es donde las cosas se ponen interesantes.

De acuerdo con unas simulaciones realizadas por G.A. Shields de la Universas de Texas en Austin, y E.W. Bonning, de la Universidad de Yale, el resultado a menudo es un potente retroceso. En lugar de unirse, las fuerzas son tan extremas que uno de los agujeros negros es rechazado a una tremenda velocidad.

El retroceso máximo se produce cuando los dos agujeros negros giran en direcciones opuestas, pero están en el mismo plano orbital - imagina dos peonzas girando y acercándose. En una fracción de segundo, un agujero negro recibe la suficiente energía para ser enviado fuera de la galaxia recientemente fusionada y nunca retornar.

Cuando uno de los agujeros negros es expulsado, el otro recibe una gran cantidad de energía, inyectada en el disco de gas y polvo que lo rodea. El disco de acreción brillará con una llamarada de rayos-X blandos que duraría miles de años.

Por lo que aunque las fusiones entre agujeros negros supermasivos son eventos extremadamente raros, el brillo posterior duraría lo suficiente para que pudiésemos ser capaces de detectarlos en un gran número ahora mismo. Los investigadores estiman que podría haber hasta 100 de estos eventos de retroceso recientes sucediendo en galaxias a menos de 5000 millones de años luz de la Tierra.

Adolfocanals@educ.ar

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