miércoles, 23 de abril de 2008

Me hice una pregunta...



... ¿Para quién escribo?

La escritura, esa especie de mágicos signos que incluso con la mayor sencillez nos deleitan y sorprenden.

Las palabras se suceden una tras otras como aquellas pequeñas pinceladas del pintor; algunas tienen sentido, otras simplemente lo van adquiriendo, pero todas con la inconfundible certeza que les permite ser, aun en la incertidumbre.

Un mundo se oculta tras ellas, y en muchas ocasiones ellas insisten en ocultar otro; en ocasiones lo logran, pero en otras lo destruyen, porque no hay más trágica metáfora que la metáfora real.
Realidad y palabras son nuestra prisión, y en los más arrojados delirios de libertad se halla nuestra expresión…

¿Pero para quién escribiremos, para quienes son nuestras palabras?

A veces, en la multitud, puede ser uno solo nuestro destinatario, aunque éste tal vez ni siquiera lo sepa; otras veces quizá lo sepa, pero quizá no sea precisamente éste quien nos comprenda… espero que seas tú a quien llegue mis palabras.

Adolfocanals@educ.ar

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