Me miras. Te miro. Sonríes desde tu rincón, mientras aparto la vista. Te hace gracia ver como me sonrojo. Disimuladamente, levanto la mirada, y sigues allí. Tienes un libro en la mano, y una sonrisa evocadora. Levantas la mano. Saludas. ¿A mí? Me llamas. Te ignoro. No te conozco. Pero sonríes, y me atrapas. Me atrapaste desde el principio, pero eso no te lo voy a confesar.
Me siento a tu lado. Te miro. Te observo. Y me enamoro. Tus ojos reflejan alegría. Parecías esperar. Faltan las naranjas. Siempre pensé que te encontraría con una bolsa de naranjas en la mano. ¿Donde están?
El cuadro se difumina. Tu sonrisa es evocadora. Dices algo. No te oigo. Lo repites. ¿Encanto? Tú sí eres un encanto. Todo el mundo espera ser encontrado. Todo el mundo quiere ser encontrado. Una necesidad? Un deseo? Un anhelo?
No lo sé.
Te encontré, y no te dejaré escapar.
¿Me hablas?.
adolfocanals@educ.ar
Me siento a tu lado. Te miro. Te observo. Y me enamoro. Tus ojos reflejan alegría. Parecías esperar. Faltan las naranjas. Siempre pensé que te encontraría con una bolsa de naranjas en la mano. ¿Donde están?
El cuadro se difumina. Tu sonrisa es evocadora. Dices algo. No te oigo. Lo repites. ¿Encanto? Tú sí eres un encanto. Todo el mundo espera ser encontrado. Todo el mundo quiere ser encontrado. Una necesidad? Un deseo? Un anhelo?
No lo sé.
Te encontré, y no te dejaré escapar.
¿Me hablas?.
adolfocanals@educ.ar
No hay comentarios:
Publicar un comentario