lunes, 5 de mayo de 2008

Dra. Amoreo, desde el Paranal.



ESO PR Photo 23a/Utilizando el espectrómetro UVES del Telescopio VLT del Observatorio de Cerro Paranal en Chile,.

Se trata de la primera medición jamás realizada del contenido de berilio en dos estrellas del cúmulo globular, NGC 6397 - "llevando la tecnología astronómica al límite" según ha declarado el Observatorio Europeo Austral. Esto ha hecho posible estudiar las épocas más tempranas de la formación de las primeras estrellas en la Vía Láctea y en el cúmulo estelar mencionado. Este intervalo de tiempo ha sido de entre 200 a 300 millones de años.

La edad de las estrellas del NGC 6397, determinada por los modelos actuales de evolución estelar es de 13.400 ± 800 millones de años. Sumando ambos intervalos, se ha determinado que la edad de la Vía Láctea es de 13.600 ± 800 millones de años.

La edad actual del Universo, deducida de las mediciones del Fondo Cósmico de Microondas, es de 13.700 millones de años. Por lo que esta observación indica que la primera generación de estrellas de nuestra Galaxia se formó tras el final de la "Edad Oscura" que siguió al Big Bang, y que duró unos 200 millones de años.

Imagen arriba: El NGC 6397 ubicado a unos 7.200 años luz de distancia en la constelación del Ara. Ha pasado por un proceso de “colapso interior” y su centro es muy denso. Contiene cerca de 400.000 estrellas y debe tener unos 13.400 ± 800 millones de años.

LA EDAD DE LAS ESTRELLAS

La astrofísica moderna es capaz de medir la edad de ciertas estrellas analizando el contenido de los elementos que se encuentran en su superficie, la presencia de elementos pesados revela que la estrella es joven, es decir que pertenece a una generación de estrellas reciente, formada luego que esos elementos se han formado en estrellas de generaciones anteriores y luego contaminado las nubes de gases que dieron origen a la estrella estudiada.

De esta forma se ha podido determinar que hay estrellas que se han formado hace sólo algunos millones de años atrás, como las de la Nébula de Orión. En el caso de nuestro Sol y su sistema planetario, sabemos que se formó hace 4.500 millones de años

Las estrellas más antiguas que se conocen se encuentran en los cúmulos globulares, misteriosas formaciones de estrellas con forma esférica, nacidas al mismo tiempo de la misma nube de gases. Es posible conocer la edad de estos cúmulos, que orbitan por centenares alrededor de las galaxias espirales como la Vía Láctea. Se ha descubierto que los más antiguos tienen más de 13.000 millones de años.

A pesar de su extremada antigüedad, sabemos que debe haber habido una generación anterior de estrellas, ya que se encuentran en ellos ciertos elementos químicos que deben haberse formado en una generación anterior de estrellas masivas que estalló como supernova, luego de una vida corta y energética. Este material fue depositado en las nubes donde se formaron las generaciones posteriores de estrellas.

Hasta ahora no había sido posible encontrar estrellas de la primera generación, y que aun estuviesen brillando, por lo que no sabemos cuando esas estrellas se formaron. De todas formas sabemos que la Vía Láctea debe ser más antigua que las estrellas más antiguas de los cúmulos globulares.

¿Pero cuanto más antiguos?

Los astrónomos del Observatorio Europeo Austral utilizaron a uno de los elementos más livianos de la naturaleza para esta búsqueda de estrellas antiguas: El "berilio", que además tiene un isótopo muy estable: el berilio 9, consistente en 4 protones y cinco neutrones. Sólo el hidrógeno, el helio y el litio son más livianos, pero mientras estos tres elementos se produjeron durante el Big Bang y los demás elementos en el interior de las estrellas formadas con posterioridad, el Berilio 9 sólo puede ser producido por la descomposición de núcleos pesados originados en supernovas, también llamados “Rayos Cósmicos Galácticos”, al chocar con partículas del medio interestelar.

Este elemento, que va a engrosar los elementos de las nubes interstelares donde se forman las estrellas, puede ser usado como reloj cósmico. Mientras más berilio 9 tiene, la estrella es más reciente, por lo que las estrellas antiguas debieran contener cantidades reducidas de este elemento.

Esto fue lo que se midió en uno de los cúmulos globulares más cercanos, el NGC 6397 ubicado a sólo 7.200 años luz de distancia, utilizando el espectroscopio más moderno da Paranal, el UVES, para determinar la edad de la Vía Láctea.

adolfocanals@educ.ar



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