Lo confieso:
Me gustan esas tardes en que hacemos del gesto ciencia exacta
y del lenguaje un niño a nuestra imagen.
Resucito en los juegos que inventamos, clandestinos escapes, como los de aquellos que se
aburren en clase.
Me tienta el universo que cabe en nuestros cuerpos.
Tan cierto como que llueven ángeles en algunos silencios.
adolfocanals@educ.ar
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