martes, 24 de junio de 2008

Hoy una reflexión, mañana quizás...



...UNA NUEVA DIMENSIÓN TEMPORAL


Puede sonar extraño hablar de nuevas dimensiones temporales, pero se están considerando en diversas teorías exóticas como la del “hipertiempo”.

Me gustaría hacer una pequeña reflexión filosófica sobre un nuevo concepto de tiempo y una posible consecuencia que tendrían los viajes en el tiempo, que podrían dar lugar a otra dimensión temporal aparte de la habitual.

Representamos el “espacio-tiempo” como una superficie con el “eje y” correspondiendo al tiempo y el “eje x” a las tres dimensiones del espacio (de forma análoga a los “diagramas de Minkowski” en que el tiempo se representa en el “eje y” y el espacio total a lo largo del “eje x”, siendo los puntos del diagrama los “sucesos”). Quedaría el “eje z” para la idea que me dispongo a proponer: un “tiempo prima t’” en cierta forma “perpendicular” a nuestro tiempo habitual u ordinario, el “tiempo convencional t”.

Suponiendo que sean posibles los viajes en el tiempo (como saltos de un instante a otro separados entre sí, no nuestro desplazamiento habitual a la velocidad de un segundo por segundo pasando por todos los instantes de forma continua), el sistema debería ser coherente consigo mismo, por lo que no debería haber lugar a paradojas. Una forma propuesta sería la creación o generación de universos paralelos.

Estos universos no tendrían por qué suponer la destrucción del universo original o primigenio, puesto que si algo ha existido es de suponer que su concepto exista de alguna forma en algún momento y/o lugar, ya que si no, no habría existido nunca (de igual forma que para nosotros los sucesos ocurridos en el pasado los situamos en algún punto de un eje de coordenadas temporales que hemos fijado).

Pongamos por ejemplo la famosa “paradoja del abuelo”: un viajero se dirige hacia atrás en el tiempo, encuentra a su abuelo cuando era joven, tiene una fuerte discusión con él y lo mata; nuestro viajero en el tiempo ya no podría nacer, con lo que habría generado un universo. Un nuevo universo dependiente del original en tanto en cuanto que sin éste nunca habría existido al ser el lugar de procedencia del viajero en el tiempo.

Suponemos también que sigue siendo válido el “principio de causalidad”, pero redefinido en torno a esta idea de “tiempo prima” que pretendo exponer.





En la “gráfica 1” representamos el “plano ?”, el espacio-tiempo primigenio de origen del viajero en el tiempo, que parte de “A” y llega a “B” de un salto, donde crea otro espacio-tiempo, el “plano ?”, en el que mata a su abuelo.

En adelante, para aclarar la imagen, eliminamos en “eje x” de dimensiones espaciales y pasamos a hablar de “líneas de universos paralelos”.





En la “gráfica 2” vemos la idea simplificada. Obviamente existe un antes y un después del asesinato del abuelo, una causa y un efecto, pero no en un sentido convencional, sino, por decirlo de alguna manera, en dirección “ortogonal” al tiempo convencional t.
Como consecuencia, el tiempo prima t’ daría cuenta de los cambios en los diferentes espacio-tiempos, permitiendo pervivir al universo original (“línea ?”) para eliminar la paradoja del abuelo y similares.
El tiempo se define como la “duración de las cosas sujetas a mudanza” o la “medida de esta duración”, en definitiva, una medida del cambio, con lo que es razonable llamar t’ a la línea de desarrollo de los acontecimientos cambiantes que no se producen en la dirección del tiempo convencional t.
Es posible que el viajero en el tiempo no pudiera volver a la “línea ?”, pero eso no impediría que hubiera existido (y quizás siga existiendo y no se destruya con el asesinato del abuelo) en algún momento a lo largo de t’.

Se podría especular que la física cuántica podría dar lugar a múltiples líneas de t’ para dar cuenta de todas las posibilidades de estados cuánticos (recuérdese la función de onda del “gato de Schrödinger“), con lo que podrían aumentar aún más las 5 dimensiones aquí expuestas: las 3 espaciales y las 2 temporales.

También cabe añadir una pequeña reflexión respecto a nuestro universo: ¿pertenecemos al universo original, virgen de cambio alguno en t’; es decir, el t’ = 0? Pensar esto puede ser un tanto pretencioso por nuestra parte o, en caso de ser cierto, un atisbo de la imposibilidad de viajar dando saltos en el tiempo; no olvidando que el viaje a velocidades cercanas a la luz no sería un viaje en el tiempo a través de un “salto” de un instante a otro porque este viajero tendría su tiempo propio, pero circularía en un mismo continuo temporal (suponiendo que el tiempo no esté cuantizado).

Todas estas reflexiones, al ir más allá del mundo experimental, son más metafísica que física, entroncando más en la filosofía que en la investigación científica, quedando de momento nada más que como un divertimento intelectual y un quizás en una nueva teoría.

adolfocanals@educ.ar


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