sábado, 26 de julio de 2008

Ayeres ...


Con las sombras en rebeldía, golpeándome las sienes, escribí unos ayeres.
Intenté hacerlo antes de que se metan a rellenar las bolsas de los ojos,
antes que se escondan en el anverso de mi mano,
en el medio de la espalda o en la nuca provocando escalofrío.

Escribí sentado en la punta de la silla, con las piernas apenas dobladas.
Con esa inclinación vaga, como buscando algo que se ha caído
y no estoy muy seguro de encontrarlo,
pero igual miro, por las dudas.

Con los ojos empañados,
como casi siempre últimamente
y sin ver los garabatos que se iban dibujando en el cuaderno, seguí.

Con el condenado miedo escarbándome los talones.
Así, con esa urgencia de los incendios
y con la respiración entrecortada y huyendo de mi.

Después leí...
Y no me gustó nada.
Hubiera sido mejor rellenar bolsas de piel con esos ayeres infames,
hubiera sido mejor que se me pierdan entre las manos,
que bajen lentos o se pierdan en la tierra
Incluso que me maten de frío.

Hubiera sido mejor,
cualquier cosa antes de verlos en esa agonía,
de cielos azules.

adolfocanals@educ.ar

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