
Con las sombras en rebeldía, golpeándome las sienes, escribí unos ayeres.
Intenté hacerlo antes de que se metan a rellenar las bolsas de los ojos,
antes que se escondan en el anverso de mi mano,
en el medio de la espalda o en la nuca provocando escalofrío.
Escribí sentado en la punta de la silla, con las piernas apenas dobladas.
antes que se escondan en el anverso de mi mano,
en el medio de la espalda o en la nuca provocando escalofrío.
Escribí sentado en la punta de la silla, con las piernas apenas dobladas.
Con esa inclinación vaga, como buscando algo que se ha caído
y no estoy muy seguro de encontrarlo,
pero igual miro, por las dudas.
Con los ojos empañados,
como casi siempre últimamente
y sin ver los garabatos que se iban dibujando en el cuaderno, seguí.
Con el condenado miedo escarbándome los talones.
Así, con esa urgencia de los incendios
y con la respiración entrecortada y huyendo de mi.
y no estoy muy seguro de encontrarlo,
pero igual miro, por las dudas.
Con los ojos empañados,
como casi siempre últimamente
y sin ver los garabatos que se iban dibujando en el cuaderno, seguí.
Con el condenado miedo escarbándome los talones.
Así, con esa urgencia de los incendios
y con la respiración entrecortada y huyendo de mi.
Después leí...
Y no me gustó nada.
Y no me gustó nada.
Hubiera sido mejor rellenar bolsas de piel con esos ayeres infames,
hubiera sido mejor que se me pierdan entre las manos,
que bajen lentos o se pierdan en la tierra
hubiera sido mejor que se me pierdan entre las manos,
que bajen lentos o se pierdan en la tierra
Incluso que me maten de frío.
Hubiera sido mejor,
cualquier cosa antes de verlos en esa agonía,
de cielos azules.
adolfocanals@educ.ar
cualquier cosa antes de verlos en esa agonía,
de cielos azules.
adolfocanals@educ.ar
No hay comentarios:
Publicar un comentario