lunes, 28 de julio de 2008

Un hasta mañana.


La clausura del día tiene algo sagrado,

Un silencio con mis libros marcados sin salmos.

Una soledad dorada, ligera.

Yacente

Un espíritu cansado,

un reto al sueño

Que nubla los párrafos.

La clausura del día tiene un tiempo guardado.

Un pequeño respiro, un faro.

Un hasta mañana.

adolfocanals@educ.ar

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