Viven dentro tuyo esos sonidos
que te llegan y acompañan el andar.
Hay una voz dulce y cantarina,
que contrasta con el gesto, el proceder.
Otra voz te llega y es más grave,
gestos medidos, taconeo en el andar.
También una, que se te parece,
lazos de sangre, de almas, ha de ser.
Dulces sonidos que te reconfortan, te apaciguan.
Traen canciones con olor a pan.
Quien oye amor... Elisa,
también recuerda los jazmines y el rosal.
adolfocanals@educ.ar
que te llegan y acompañan el andar.
Hay una voz dulce y cantarina,
que contrasta con el gesto, el proceder.
Otra voz te llega y es más grave,
gestos medidos, taconeo en el andar.
También una, que se te parece,
lazos de sangre, de almas, ha de ser.
Dulces sonidos que te reconfortan, te apaciguan.
Traen canciones con olor a pan.
Quien oye amor... Elisa,
también recuerda los jazmines y el rosal.
adolfocanals@educ.ar
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