
Las horas ...
Hacen pliegues escondiendo los momentos en los cajones del recuerdo.
La mente, como un libro, va pasando páginas leídas;
y los pétalos caen sobre lo vivido.
Siempre extraños ante los nuevos acontecimientos,
y siempre con la mano agitándose en adioses.
En nuestros interiores, los abrazos cuelgan,
y los besos tatúan colores en el alma.
Se pierden las espaldas ante la lágrima,
y mueren presurosos los suspiros.
Cada gesto no despide de nosotros mismos,
cada aliento pasa a ser evocado.
adolfocanals@educ.ar
Hacen pliegues escondiendo los momentos en los cajones del recuerdo.
La mente, como un libro, va pasando páginas leídas;
y los pétalos caen sobre lo vivido.
Siempre extraños ante los nuevos acontecimientos,
y siempre con la mano agitándose en adioses.
En nuestros interiores, los abrazos cuelgan,
y los besos tatúan colores en el alma.
Se pierden las espaldas ante la lágrima,
y mueren presurosos los suspiros.
Cada gesto no despide de nosotros mismos,
cada aliento pasa a ser evocado.
adolfocanals@educ.ar
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