Lugar equivocado.

ilustración: Nicoletta Ceccoli

Tocó con los pies la tierra y su vista se aclaró.
Vio todos los detalles que la rodeaban.

Tocó las cosas, las palpó
-pero no pudo acariciarlas- las olió y las probó.

La realidad le robó sus sueños,
en el mismo momento en que sus pies tocaron la tierra.

Ahora entiendo por qué, ella, era feliz flotando.

Ahora es una más del montón.
Una más que camina los caminos
que todos los pies gastan pero no entienden.
Un par de ojos sin búsquedas.

Un par de pies en la eterna rueda que gira sin sentidos.
Sin rumbo, sin alma.

Llena de pies, frentes y espaldas.
Ni una sola ilusión.

Ojalá,
vuelva a flotar y en el aire recupere sus sueños de libertad,
fantasía y vida.

adolfocanals@educ.ar