viernes, 15 de agosto de 2008

"Me voy"

Te lo pregunté. Sí. Sin esperar respuesta ¿Sin esperar respuesta? Qué digo...
Es más estaba ansioso nadando contracorriente en ese silencio que desparramaste por la habitación.
Ahora me miras. Qué pasa. Di algo. Bien, cierro los ojos. Tanto puedes hablar ya como callarte. Los ojos cerrados dan idea de abismo, te aviso.
Atrévete. No hay nadie si no te miran. Eres tú sin reflejo. Opaca. Qué temes. A lo que pueda oír. Sin mirarte es tan distinto. Te estoy formando a mí mismo sin tu ayuda, sin esa referencia que me ofreces al mirarte.
Así que lo que escuche será la distorsión de esa figurativa forma abstracta. También puedo hacer lo mismo con tu silencio. Y responder a mi pregunta con mis respuestas no propias.
Pero qué haces. No intentes abrirme los ojos. No, déjame así. Ya no quiero retomar el mirarte viéndote. Quiero mirarte. Simplemente eso.
La opción de crear lo que quiera. Respiras y el sonido es real. No es grafismo ni presunción. Respiración. Que oigo, que siento, que veo, que replica en lo físico.
"Me voy..." acaba de soltar a bocajarro esa respiración apresurada. Abrí los ojos.
Estabas muy cerca de la puerta ya. Estás con la mano en el picaporte. Estás en la acción. Estás.
Y ya sólo te veo. Apenas puedo mirarte. No me dejas. Hay distancia y sin palabras. Eco.

...

Creo que ya es tarde. No lo sé. Desde que se cerró la puerta, el resto ha sido oscuridad.
Ese chasquido de la madera contra el marco apagó las demás luces. Y no son los ojos.
Están abiertos escuchando el más mínimo ruido, permanecen así estirando los oídos hasta el ascensor. La entrada. La calle. Extendiéndose a unas pisadas por toda la ciudad.
Graduando para poder reconocerlas y hallarlas. Las piernas se han quedado mudas colgando del sillón y las manos ciegas. No puedo moverme. No puedo gritar la búsqueda.

Soy el eco de “Me voy” y reboto contra las paredes llevando y trayendo el mismo mensaje. Cierro los ojos para encontrarla, para figurarla. Ya no puedo hacerla a mi manera.

La forma desaparece detrás de la puerta.
Siempre.

adolfocanals@educ.ar

No hay comentarios: