En el columpio de mi casa me sentaba todas las tardes
y me mecía suavemente,
mientras mi pelo se enredaba y dejaba un suave aroma
a shampoo de hierbas en el aire.
y me mecía suavemente,
mientras mi pelo se enredaba y dejaba un suave aroma
a shampoo de hierbas en el aire.
En las tardes calurosas, el sol me pegaba en la cara
y cerraba mis ojos haciendo que viera todo naranja.
y cerraba mis ojos haciendo que viera todo naranja.
Sentada allí,
esperaba que fueran las 5,
la hora que sonaba la corneta que anunciaba la llegada,
cerca de casa ,
del señor que vendía el algodón de dulce.
Esos enormes globos de color rosa hechas
por miles de hilos de azúcar,
que yo devoraba y me dejaban las manos pegoteadas...
esperaba que fueran las 5,
la hora que sonaba la corneta que anunciaba la llegada,
cerca de casa ,
del señor que vendía el algodón de dulce.
Esos enormes globos de color rosa hechas
por miles de hilos de azúcar,
que yo devoraba y me dejaban las manos pegoteadas...
Así pasaban mis días.
Mi hermana en su mundo de cuadernos,
mi hermano en su mundo de inventos...
y yo ...
siempre en el columpio...
esperando el algodón de azúcar.
Elisa.
Mi hermana en su mundo de cuadernos,
mi hermano en su mundo de inventos...
y yo ...
siempre en el columpio...
esperando el algodón de azúcar.
Elisa.
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