Un aroma a chocolate se diluye en el aire caliente
la conversación emana natural de un par de bocas
por un momento se cierran las manos
y nuestras miradas quedan suspendidas en un simple no ser
¿O será un no saber qué ser?
Quizás queramos no saber saber qué somos o qué no somos
pero la triste realidad es que sabemos que sabemos demasiado
más de lo que nuestras manos pueden atrapar
Y eso nos hace quedar suspendidos por un siglo
en el aroma a chocolate que se diluye en el aire caliente
con las manos detenidas en el borde de la conciencia.
adolfocanals@educ.ar
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