
- Hola, buenos días.
- Buenos días, ¿soy el primero?
- Veamos, un segundo…
¿me dice primero su nombre?
- Segundo, Segundo Martínez.
Con domicilio en calle Carlos III, segundo A.
- Muy bien, Segundo;
¿es la primera vez que viene?
- No, la tercera.
- Hoy es usted el tercero, no el primero.
- ¿El tercero? No puede ser;
como le digo es la tercera vez que vengo,
y a la tercera va la vencida.
- Secundo ese dicho, Segundo,
pero ahora le toca ser el tercero.
- La culpa la tuvo el maldito ascensor.
Pulsé al tercero, y me subió hasta el cuarto.
- Pero estamos en el segundo.
- Claro, es que quería llegar al segundo después de pasar por el tercero.
- Es la primera vez que escucho algo así.
- ¿Ve? Así la próxima será la segunda.
Por cierto, mi mujer se llama Segunda y ella es para mí lo primero.
- ¿Y niños, tiene?
- Dos; al mayor, que ya está en tercero,
lo llamamos Octavio.
- ¿Y al segundo?
- Segundo, como yo.
- En fin… ya salió el segundo.
- Oiga, oiga, ante todo un respeto; lo primero es lo primero.
- No, si lo que digo es que ya salió el segundo paciente.
- ¿Entonces ya me toca? Como soy el tercero…
- Sí, es su turno.
Pase a ese cuarto.
- ¿Qué cuarto?
¿Pero no hemos quedado en que soy el tercero?
- Segundo, ¡me está volviendo loca!
- Pues tómese su tiempo, unos segundos.
segundocanals .... digo
adolfocanals@educ.ar
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