viernes, 31 de octubre de 2008

Nueva Visión: Cómo funciona la inteligencia



Como la memoria, la inteligencia humana probablemente no esté confinada en un único área del cerebro, sino que en lugar de esto sea el resultado del trabajo organizado de múltiples áreas cerebrales, según sugiere una nueva investigación.

El estudio de Richard Haier de la Universidad de California en Irvine, y Rex Jung de la Universidad de Nuevo México propone una nueva teoría que identifica áreas del cerebro que trabajan conjuntamente para determinar la inteligencia de una persona.

“La investigación genética ha demostrado que los niveles de inteligencia pueden heredarse, y dado que los gentes trabajan a través de la biología, debe haber una base biológica para la inteligencia”, dijo Haier.

La revisión de 37 estudios de imágenes, detallados en la edición online de la revista Behavioral and Brain Sciences, sugiere que la inteligencia está relacionada no tanto con el tamaño del cerebro o una estructural cerebral concreta, sino con lo eficientemente que viaje la información a través del cerebro.

“Nuestra revisión de los estudios de imágenes identifica las estaciones que toma el procesado de la información inteligente”, dijo Haier. “Una vez que sabemos dónde están las estaciones, podemos estudiar cómo se relacionan con la inteligencia”.

La nueva teoría podría finalmente llevar a tratamientos para un CI bajo, dicen los investigadores, o a formas de mejorar el CI de personas con inteligencia normal.

P-FIT

En su estudio, Haier y Jung recopilaron una lista de todas las áreas del cerebro de anteriores estudios de neuroimágenes que habían encontrado relacionados con la inteligencia, haciendo mayor énfasis en aquellas áreas que aparecen múltiples veces. La lista sugirió que la mayor parte de áreas del cerebro que se cree que desempeñan un papel en la inteligencia están agrupadas en los lóbulos parietal y frontal. Además, alguna de estas áreas están también relacionadas con la atención y la memoria y funciones más complejas como el lenguaje. La pareja no cree que esto sea una coincidencia. En su Teoría de Integración Parieto-Frontal (P-FIT), sugieren que los niveles de inteligencia están basados en cómo de eficientemente se comunican éstas áreas del cerebro entre sí.

Haier dice que la nueva teoría esquiva la difícil cuestión de qué es la inteligencia, algo sobre lo que los científicos aún no están de acuerdo. “En cada uno de los estudios que hemos revisado, hubo una medida distinta para la inteligencia”, dijo Haier. “Existe una controversia sobre cuál es la mejor forma de medir la inteligencia. Existe controversia sobre cómo de amplia o reducida debería ser la definición de inteligencia. Nuestro trabajo va más allá de estas cuestiones y dice que básicamente, independientemente de la definición de inteligencia que uses, en los estudios de neuroimágenes los resultados son los mismos”.

Earl Hunt, neurocientífico de la Universidad de Washington , que no estuvo implicado en la investigación, dijo que el modelo P-FIT destaca el progreso que los científicos han hecho en los últimos años en el camino hacia la comprensión de las bases biológicas de la inteligencia. “Hace 25 años los investigadores de este campo estaban enzarzados en una poco edificante discusión sobre la relación entre los tamaños de los cráneos y las puntuaciones en los test de inteligencia”, dijo Hunt.

Construyendo sobre trabajos anteriores

Haier y Jung están también tras otros estudios importantes relacionados con la inteligencia. En 2004, encontraron que las regiones relacionadas con la inteligencia general están dispersas a través de todo el cerebro y la existencia de un único “centro de inteligencia” era improbable.

Y en un estudio de 2005, encontraron que aunque no existían diferencias esenciales entre la inteligencia general entre sexos, las mujeres tenían más materia blanca y los hombres más materia gris. La materia gris representa los centros de proceso de la información en el cerebro, y la materia blanca enlaza los centros entre sí. El hallazgo sugirió que ninguna estructura cerebral determina la inteligencia general y que distintos tipos de diseños cerebrales pueden producir un rendimiento intelectual equivalente.

Conocer qué determina la inteligencia podría conducir a tratamientos para enfermedades que afectan a la inteligencia como el retraso mental, dijo Haier.

“Sería importante saber cómo funciona la inteligencia para determinar si existe alguna forma de tratar un CI bajo”, dijo Haier a LiveScience. “Si se puede tratar un bajo CI en el retraso mental gracias a identificar que algo en el cerebro está afectando a la inteligencia, entonces surge la pregunta de si puede aumentarse el CI en gente que no tiene necesariamente daños cerebrales”.

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