martes, 25 de noviembre de 2008

…déjà vu.


Mientras se debatía entre su confuso pasado y el temido presente, Él observaba inquieto y débil alejarse a Ella, que se adentraba cautelosa en el interior de la cueva…

El aire era espeso, casi irrespirable, y olía a  humedad. Estaba tan oscuro que ni con el fuerte haz del cuerno conseguía iluminar más allá de tres pasos… a duras penas avanzaba entre un fangoso y escurridizo suelo. En las paredes frías y suaves se reflejaban tenebrosas sombras huidizas que hacían perder el aliento… todo era extraño y a la vez sorprendentemente conocido… tenía esa inquietante sensación que produce un déjà vu.

Cada paso era un logro, poco a poco sentía su ánimo oscurecerse tanto o más que la cueva… era imposible que alguien habitara allí, ¿cómo iba a encontrar ahí dentro un Unicornio blanco de ojos verdes?… de ojos verdes, ¡si sólo podían ser azules!! Ella sabía más que cualquier diablejo del “tres al cuarto”… no debía de haberse dejado enredar por el sueño de aquel diablo ¿qué pretendía demostrar?… sólo de pensar que había dejado a Anso en esas circunstancias le enfurecía aún más… ¡maldito diablo! ¡maldito duende! ¡maldita cueva!… A medida que su cansancio iba en aumento el eco de las palabras de Pau se hacía más evidente ¿sería verdad que los unicornios eran comida de dragones? le parecía imposible conociendo a Él, pero ¿por qué veía ese miedo en sus ojos?… si por lo menos pudiera abrazarle ahora, acurrucarse entre sus alas… pero parecía que hacia siglos que estaban separados, sentía su corazón vacío, como si todo fuera un recuerdo y nada existiera, tan sólo otro cuento, otro sueño… no podía más… la luz del cuerno era cada vez más tenue, incluso el pensamiento de volver era irreal, la cueva era laberíntica y su cuerpo le pedía un descanso…

Encontró un pequeño recoveco que no parecía tan húmedo y se dejó caer sin fuerzas. Su mente no dejaba de pensar arañándola con la realidad más visible -el fango- haciéndole perder el sentido de su búsqueda -el sueño-. Se hizo un ocho protegiendo el cuerno y arropándose con su pena cayó en un profundo sueño…

Ella, despierta… ¿vas a dormirte ahora?… ¡vamos  tienes que seguir, no hay tiempo que perder… el lago de los sueños está cerca y la Madre no tardará en bajar a beber… Es cierto que ya estuviste una vez aquí, no una… varias… siempre que has perseguido un sueño y ¡no han sido pocos!… pero… la última vez caíste en el profundo Abismo negro… el que te absorbe aún el corazón y te confunde los deseos… Sabías que podía pasar, es uno de los riesgos del buscador de sueños, ahora tienes que despertar y seguir… la única forma de librarte de su condena es creyendo de nuevo en ellos… en los sueños, por inalcanzables e imposibles que parezcan… si no todo, incluyendo a Él, desaparecerá y pasarás al lado de los de “estoeraparaayer”… despierta… 

> ¿ eres tu ?…

Se incorporó de un salto y trató de iluminar los alrededores con el cuerno de unicornio… pero allí no había nadie… el mismo vacío… la misma oscuridad… ¿habría sido tan sólo otro de sus fantásticos sueños?… decidió que sería mejor intentar regresar, algo había descansado, mejor emplear las fuerzas en intentar salir de aquella apestosa cueva… estaba empapada, tenía frío y hambre… ¡eso si que era real!… basta ya de cuentos se dijo y se apagó definitivamente la luz del cuerno…

…pero, cuando iba a iniciar la marcha… al fondo, casi imperceptiblemente… algo se movió…

 ¿Hay alguien ahí? 

Silencio ...

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