sábado, 8 de noviembre de 2008

OJOS ÁVIDOS DE LUZ (Ana Muela Sopeña)


He descubierto la vereda de la piel
entre la bruma consagrada a diosas cálidas,
en tiempos seducidos por la brisa
y relojes amados de la infancia.

El aire en jeroglíficos
me indica de manera subterránea
las claves de la vida y de la muerte,
los lugares del todo y de la nada.

Juegan los niños a rayuela
mientras se plasman en visiones fotográficas

esos recuerdos ensamblados
en arena
y en agua, con sal entre iones.

Dame palabras entre vértigo
a través de las ninfas y las runas,
en el ocaso triste de un crepúsculo.

Quiero sentir la magia etérea de la niebla,
cuando en los bosques las luciérnagas se duermen
sobre tus ojos ávidos de luz.

Ana Muela Sopeña

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