lunes, 3 de noviembre de 2008

Érase una vez ...


Érase una vez...

Un mar encubierto en la niebla, 
asemejando un cielo nubado donde acomodar los sueños.
Un rumor de olas de recuerdos,
 ahogado por la brisa del olvido en el tiempo.
Un horizonte perdiéndose en la infinidad de la lejanía.

Ella cada día con su paseo y pasión lo metamorfoseaba, y...

Noa.

Érase una vez...

Un mar vestido por la calima de sus quimeras.

Un rumor de olas que transportaba la canción de sus deseos.

Un horizonte que unía sus mundos, 
acariciando su ausencia como su fiel compañera.

Ella cada día con su paseo y pasión 
abrazaba su esencia hasta su regreso.

No hay comentarios: