lunes, 16 de febrero de 2009

Cosas de humanos.



AUTOPISTAS

Las autopistas gobernaban la ciudad, 
aunque sobre esas serpientes de cemento 
no se desplazaba jamás ningún vehículo.

La construcción había sido monumental y costosa. 
Miles de personas habían participado moviendo toneladas 
de cemento fresco y alquitrán. 

Al finalizar el proyecto las autoridades estuvieron conformes. 
Hicieron una gran recepción y hubo cortes de cintas.

Lamentablemente el fabuloso gasto fue en vano. 
La población era tan pobre que nadie poseía un automóvil; 
sólo eran dueños de una irreversible hambruna.

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