domingo, 1 de febrero de 2009

Hipnosis, memoria y cerebro.

Un nuevo estudio apunta a las áreas específicas del cerebro afectadas por la hipnosis. La técnica podría ser una herramienta para explorar qué sucede en el cerebro cuando de pronto olvidamos.

La hipnosis ha sido considerada desde hace mucho tiempo una técnica valiosa para recrear y estudiar fenómenos psicológicos desconcertantes. Un ejemplo clásico de esta aproximación usa la técnica conocida como amnesia post-hipnótica (PHA) para modelar desórdenes en la memoria tales como la amnesia funcionar, la cual implica una súbita pérdida de memoria normalmente debida a un trauma psicológico (en lugar de aun daño cerebral o una enfermedad). Los hipnotizadores producen PHA sugiriendo a una persona hipnotizada que olvide cosas concretas tras la hipnosis hasta que reciba una “cancelación”, tal como “ahora puedes recordarlo todo”. La PHA normalmente sólo tiene lugar cuando se sugiere específicamente y es mucho más probable que ocurra en aquellos con altos niveles de capacidad hipnótica, o gente “altamente hipnotizable”. Ahora un nuevo estudio demuestra que este estado hipnótico realmente influye en la actividad cerebral asociada con la memoria.

La gente altamente hipnotizable con PHA normalmente muestra una memoria implícita desparejada, o dificultad para recordar conscientemente eventos o materias apuntados por la sugestión, y una disociación entre la memoria implícita y explícita, de tal forma que aunque no puedan recordar la información olvidada, continúa influyendo en sus comportamientos, ideas y acciones. Lo olvidado es reversible — cuando la sugestión se cancela, sus memorias vuelven a inundarse. Estas dos últimas características – la disociación y reversibilidad – confirman que la PHA no es el resultado de una codificación pobre de las memorias, o un olvido normal, debido a que la memoria retorna tan pronto como se cancela la PHA. Más bien, la PHA refleja una incapacidad temporal para recuperar información que está bien guardada en la memoria. Esto la hace una útil herramienta para la investigación.

Los investigadores han usado la PHA como un laboratorio análogo a la amnesia funcional debido a que estas condiciones comparten varias características similares. Los informes de casos de amnesia funciona, por ejemplo, describen a hombres y mujeres que, tras una experiencia traumática tal como un asalto sexual violento o la muerte de alguien querido, son incapaces de recordar parte de su pasado personal. No obstante, como en la PHA, aún podrían mostrar pruebas “implícitas” de los eventos olvidados. Por ejemplo, podrían inconscientemente marcar el número de teléfono de un miembro de la familia a quien conscientemente no recuerdan. (Por el contrario, la memoria explícita es aquella a la que tenemos acceso de forma consciente, tal como recordar un cumpleaños de nuestra niñez o qué cenaste anoche). y, tan pronto como han perdido su memoria, pueden recuperarla.

Olvidar en el cerebro

Pero para que la comparación entre la PHA y la amnesia funcional tenga el mayor significado, necesitamos saber qué procesos subyacentes comparten. Una forma de probar esto es identificar los patrones de actividad cerebral asociados con el PHA. En un innovador estudio publicado enNeuron, el neurocientífico Avi Mendelsohn y sus colegas del Instituto Weizmann en Israel hicieron esto usando una imagen de resonancia magnética funcional (IRMf). Seleccionaron cuidadosamente a los 25 participantes de su experimento. Aunque todos eran susceptibles a la hipnosis, anteriores pruebas habían demostrado que la mitad podían responder a una sugestión PHA (etiquetado como “el grupo PHA”) y la otra mitad no lo era (el “grupo no PHA”). En la sesión de estudio de su experimento, los participantes observaron una película de 45 minutos. Una semana más tarde, en la sesión de prueba, los participantes volvieron al laboratorio y se les hipnotizó mientras estaban tumbados en el escáner IRMf. Durante la hipnosis, la gente tanto del grupo PHA como del no PHA recibió la sugerencia de olvidar la película hasta que escuchasen una indicación específica de cancelación.

Tras la hipnosis, la memoria de los participantes fue comprobada dos veces mientras el escáner IRMf registraba la actividad cerebral. Para la prueba 1 se les realizó 40 preguntas sobre el contenido de la película (por ejemplo, la actriz tocaba en la puerta del vecino de camino a casa) y 20 preguntas sobre el contexto en el que vieron la película (por ejemplo, durante la película, la puerta del estudio estaba cerrada o abierta). Estas preguntas requerían una respuesta de “si” o “no”. Para la prueba 2, se pidió a los participantes que respondieron a las mismas 60 preguntas de reconocimiento, pero antes habían escuchado la indicación para cancelar la PHA. Por lo que la prueba 1 midió el rendimiento de la memoria y la actividad cerebral durante la sugestión PHA, y la prueba 2 midió el rendimiento de memoria y actividad cerebral cuando ya había sido cancelada.

En la prueba 1, Mendelsohn y sus colegas encontraron que la gente del grupo PHA (lo que podían experimentar PHA) olvidaban más detalles de la película que los del grupo no PHA (que no pueden experimentar PHA). Pero en la prueba 2, después de que la sugestión fuese cancelada, esta pérdida de memoria se invertía. La gente del grupo PHA reconocía correctamente al menos tantos detalles de la película como la gente del grupo no PHA. Algo sorprendente, sin embargo, es que la sugerencia de olvidar era selectiva en su impacto. Aunque la gente del grupo PHA tuvo dificultades para recordar el contenido de la película tras la sugestión, no tuvieron problemas para recordar el contexto en el que vieron la película.

Este hallazgo — que la PHA interrumpía temporalmente la capacidad de algunas personas para recordar el pasado — repite décadas de investigación hipnótica. Lo que es completamente nuevo en el estudio de Mendelsohn et al. Es su demostración de que la PHA estaba asociada a un patrón específico de activación cerebral. De forma consistente con lo que ocurre normalmente cuando la gente del grupo no PHA realizó la tarea de reconocimiento y recordó satisfactoriamente lo que sucedía en la película, la IRMf mostró altos niveles de actividad en las áreas responsables de visualización de imágenes (lóbulos occipitales) y del análisis de escenarios presentados verbalmente (lóbulo temporal izquierdo). En completo contraste, cuando la gente del grupo PHA realizó las tareas de reconocimiento y falló al recordar el contenido de la película, la IRMf mostró poca o ninguna actividad en estas áreas. Además, la IRMf también mostró una actividad mejorada en otra área (el córtex prefrontal) responsable de regular la actividad de otras áreas cerebrales.

Todo bien hasta el momento. Para la gente en el grupo PHA, la activación cerebral medida por el IRMf se correlaciona con los fallos al recordar. Pero, ¿qué pasa si se encuentra siempre una activación reducida en tales personas no importa si están recordando u olvidando? Podemos descartar esta posibilidad debido a que el grupo PHA mostró una activación reducida sólo cuando respondieron (insatisfactoriamente) las preguntas sobre el contenido de la película, no cuando contestaron (satisfactoriamente) sobre el contexto de la película. Es más, para las preguntas sobre el contexto, mostraron la misma activación que la gente del grupo no PHA. Tal vez, entonces, ¿la activación reducida refleja un completo olvido de la información, en lugar de una supresión temporal? También podemos descartar tal posibilidad debido a que, en una cuidadosa inversión, la gente del grupo PHA mostró una activación normal – así como la mostrad en el grupo no PHA — tan pronto como se canceló la sugestión.

La hipnosis es real

El estudio de Mendelsohn et al. Es importante debido a que demuestra que la sugestión hipnótica influye en la actividad cerebral, no sólo en el comportamiento y experiencia. ¡Los efectos hipnóticos son reales! Este hecho ha sido demostrado claramente en un trabajo anterior, por ejemplo, del psicólogo David Oakley (University College de Londres) y sus colegas que compararon la activación cerebral de una persona realmente hipnotizada con una sugerencia de parálisis cerebral, con la activación cerebral de una persona falsamente hipnotizada y con parálisis.

Este último estudio también es importante debido a que comienza a especificar los procesos subyacentes en el cerebro, los cuales asumimos que son compartidos por la PHA y la amnesia funcional. Mendelsohn et al. Argumentan que la activación cerebral vista en la PHA refleja una amortiguación — alguna forma de rápida inhibición inicial de la memoria material — debido a una actividad incrementada en el córtex prefrontal.

Pero, ¿cómo decide este mecanismo de supresión lo que debe suprimir? En este restudio, el contenido de la película, pero no el contexto, estaba influido por la PHA. Los recuerdos implican “qué”, “cómo”, “cuándo” y “dónde” un evento se entreteje, tales distinciones entre contenido y contexto pueden ser difusas (por ejemplo, “¿La película se rodó con una cámara de mano?”).Para hacer discriminaciones tan finas, el módulo supresor del cerebro, presumiblemente necesita procesar la información a un nivel lo suficientemente alto. Aunque este módulo necesita actuar rápidamente, suprime preconsicentemente la activación de la información antes de que entre la consciencia. Las tecnologías de imagen cerebral con una resolución temporal superior a la IRMf, tales como la magnetoencefalografía (MEG), podrían ayudar a resolver esta aparente paradoja de operaciones sofisticadas pero rápidas.

También nos preguntamos, cómo se relaciona el mecanismo de supresión en la PHA con el vasto conjunto de olvidos en el laboratorio y en el mundo? Mientras que algunos olvidos se ven como estratégicos, con esfuerzo y conscientes (es decir, supresión), otros olvidos se ven como automáticos, sin esfuerzo e inconscientes (es decir, represión). Habiendo cartografiado las características comunes de la PHA y la amnesia funcional, ahora tenemos que explorar y comparar en mayor detalle sus procesos comunes (tales como las estrategias de uso, motivación y nivel de consciencia).

Finalmente, los puntales neuronales de la PHA se aclararán cuando incorporemos sus aspectos más importantes en los estudios de imágenes — la disociación entre la memoria implícita y explícita. En la PHA (y en la amnesia funcional) la persona es incapaz de recordar explícitamente cierta información, aunque vemos pruebas de este material en medidas implícitas. Por ejemplo, un participante dada la PHA puede errar al recordar la palabra “doctor”, aprendida anteriormente, pero no tendrá problema en completar los fragmentos de la palabra “d _ _ t _ r”. Mendelsohn et al. No evalúan la memoria implícita. En lugar de esto, probaron el reconocimiento, el cual en cierto sentido, confunde la memoria implícita y explícita. Nos gustaría comparar los escáneres cerebrales de un grupo PHA que intente recordar explícitamente la película (deberían mostrar una activación reducida, como arriba) con escáneres cerebrales del mismo grupo completando una medida de la memoria implícita de la película (deberían mostrar una activación normal). Esto sería complejo de realizar — las medidas implícitas de material complejo como las películas y las memorias autobiográficas son difíciles de encontrar o construir. Pero contribuiría a una descripción neuronal más completa de los procesos implicados en estas fascinantes formas de olvido.

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