PUPILAS
*
A Gustavo, amante y duende
He escapado en un barco
con náyades azules y magnéticas.
Los íncubos persiguen mi aura blanca,
como alimañas negras.
En el tiempo sin tiempo se detienen
las deidades del alba primigenia,
entre arrecifes llenos de medusas
y la zona abisal de tus caricias.
Tu cuerpo es mi pasión de medianoche
donde mi piel reposa y se restaura,
con tus ojos de fauno seductor.
Mis iris son tu mundo de belleza,
mis pupilas avanzan en tu luna,
con océanos suaves de salitre
que cubre cada poro de tu piel
y te lleva al instante del Big Bang.
Ana Muela Sopeña
laberintodelluvias.com
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