viernes, 6 de febrero de 2009

Sobre el límite cuántico.





Emilia, no es simple unificar conceptos acotados desde las ciencias con el simple sentir de lo tangible. Para ello deberás sentir aquellas definiciones de ciertas variables por las cuales los físicos teóricos conocemos o tratamos de conocer el comportamiento de algo, y a partir de allí simplemente preguntarte y buscar las respuestas en la propia conciencia de la Creación.  Cada teoría, definición, postulado, nace de lo que el hombre crea comprender, crea ver o crea que es así, tal vez ni lo sea ni por acercamiento, pero hasta que no se demuestre su error se acepta válido. Eso es hacer ciencias, buscar, comparar, refutar, analizar, creer, sentir, confirmar, negar, soñar, pero por sobre todas ellas, FILOSOFAR ... allí reside la fuerza de creer en lo no-observable. Un gran acto de FE.

Bueno, por el principio se llega, así que a leer....


Fluctuación cuántica

Las fluctuaciones cuánticas son un fenómeno físico que ocurre en las pequeñas escalas de observación, a nivel atómico, y más precisamente en el espacio vacío.

Cada partícula elemental está presente en el mar violentamente fluctuante de partículas reales denominado vacío. En este mar hay electrones, positrones, fotones, quarks, neutrinos, gravitones y muchos más. La energía del vacío es la suma total de las energías de todas estas partículas reales, donde cada tipo de partícula hace su aportación. Algunas partículas reales se están moviendo lentamente y tienen poca energía, mientras que otras se mueven más rápidamente y tienen una energía mayor.
Según los principios de la mecánica cuántica, todo lo que puede fluctuar, fluctúa. Si el espacio es deformable, incluso él tiene “fluctuaciones cuánticas”. Si pudiéramos mirar a través de un microscopio muy potente, veríamos el espacio fluctuando, agitándose y resplandeciendo, retorciéndose en nudos y formando agujeros de donut. Sería como un conjunto de tela o papel. El conjunto parece plano y suave, pero si se le mira a nivel microscópico, la superficie está llena de pozos, baches, fibras y agujeros. El espacio es así pero peor. No sólo aparece lleno de textura sino de textura que fluctúa con increíble rapidez.
Conviene recordar aquí que, contrariamente al «vacío» de la física, la «nada» de la metafísica se considera como el verdadero vacío. Es decir, no implica ni el tiempo, ni el espacio, ni sobre todo el reino previo de las leyes de la física. La nada no es nada…

Indeterminación 

Recordemos lo que son esas famosas fluctuaciones cuánticas de las que aquí se trata. Aparecen en el marco de la física atómica tal como fue formulada, en particular por Werner Heisenberg entre 1929 y 1930. Se observa entonces que la teoría cuántica impone límites a la definición de ciertas propiedades de la materia. En especial, en el caso de un sistema inestable, es decir, no existente más que durante cierto tiempo (un átomo radiactivo como el uranio, por ejemplo) enuncia la imposibilidad de definir (y, en consecuencia, determinar) con una precisión extremadamente grande a la vez la energía de ese sistema y la duración de su existencia. Cualquier mejora de la precisión de uno de esos dos parámetros se hará en detrimento de la posibilidad de determinar exactamente el otro parámetro.
Añadamos enseguida que esta curiosa propiedad, llamada «indeterminación cuántica», no es un artefacto que uno podría quitarse de encima fácilmente. Está imbricada en la textura misma de la teoría. Negarla equivaldría a negar la teoría en bloque. Vista la extraordinaria eficacia de esta teoría, eso sería lamentable.
En física se denomina “vacío” a un volumen de espacio en el que no se ha puesto ninguna materia, ninguna energía. La física cuántica enuncia entonces una afirmación bastante asombrosa: semejante volumen no puede permanecer vacío, durante un periodo finito, sin violar la relación de indeterminación. De lo contrario, podríamos determinar con exactitud a la vez la cantidad de energía del sistema físico que representa ese volumen, en el caso una cantidad nula, y la duración de existencia de ese sistema.

Creación y aniquilación 

Se observa, en efecto, que se «crean» entonces, espontáneamente, energías denominadas «energías del vacío». Si el lector está asombrado, que sepa que los físicos lo han estado antes que él. Ahora ya se han acostumbrado…La naturaleza tiene comportamientos algunas veces muy extraños. Hay que aceptarla tal como es …
Esas energías se manifiestan generalmente por la aparición de pares de partículas, por ejemplo, de electrones y de positrones. La energía implicada en la aparición de uno de esos pares es de un millón de electrones-voltio. Después de un tiempo muy breve, ese par «se aniquila» y el sistema recupera su estado inicial. El fenómeno, denominado «fluctuación cuántica», se reproduce así numerosas veces. Se dice que el vacío «ronronea». Este ronroneo afecta en particular a la energía de los átomos que podrían sumergirse ahí (efecto Lamb). Las observaciones de laboratorio confirman con gran precisión la realidad de estos fenómenos.
La creación de nuevas partículas no está limitada a los pares de electrones y positrones. Pueden también crearse y aniquilarse pares de partículas mucho más masivas. Las relaciones de indeterminación implican que cuanto más masivas son las partículas, más breve es la duración de la existencia del par. El límite está dado por la masa de Planck (alrededor de 20 microgramos).

¿La creación como fluctuación cuántica? 

Este fenómeno asombroso sugiere naturalmente la idea de que el universo entero podría haber nacido de una fluctuación cuántica. En el marco de la cosmología cuántica, esta idea toma la forma de un modelo de universo que incorpora todas las propiedades de la materia.
Alguna vez se ha expuesto la idea según la cual nuestro universo podría haber nacido de una «fluctuación cuántica» que provocó o acompañó a un «desgarramiento del espacio-tiempo», y cuya manifestación sería todo cuanto nosotros observamos: galaxias, estrellas, planetas, átomos, moléculas y también organismos vivos, plantas, animales, y entre ellos, desde luego, nosotros mismos con nuestro cerebro interrogador. Nada más tentador entonces que identificar esta fluctuación con el paso de la «nada» al ser, y pretender haber encontrado una explicación a la célebre pregunta de Leibniz sobre por qué hay «algo» más bien que «nada».
El mismo tipo de consideración se aplica a los modelos de universos-hijos sobre los que se ha hablado en estos últimos años. Inspirados por las propiedades de los agujeros negros, se utilizan las propiedades de los campos de gravedades muy intensos para engendrar universos nuevos, completamente desconectados del nuestro, pero siempre en un contexto en donde la física generadora preexiste a todos esos recién nacidos.


Hablemos de los límites de la Física Cuántica.


Materia y movimiento: x=y y=x; qué sabemos realmente.
El mundo está dentro de nosotros o fuera de nosotros; lo que esta fuera de nosotros se conforma de nuestro cerebro o el cerebro conforma arquetípicamente lo que vemos afuera.
¿Cuál es la diferencia de lo real y la realidad?
¿Cuál es el límite? ¿HAY LÍMITES?
Bien, vamos a desarrollar conceptos que nos van a aproximar a una idea de mundo y del hombre según lo que hoy opina la física cuántica.
La cuestión primaria es aceptar que lo que vemos es el resultado de datos preestablecidos a priori por la cultura emergente de un país o de un tiempo cíclico evolutivo.
No es lo mismo la meditación como la veían y la practicaban lo Tibetanos, que la meditación practicada hoy.
Existe una ciencia cuántica conocida como Geocronia que dice que es una ciencia que estudia el movimiento de la Energía histórica de los ciclos culturales en una edad cósmica sobre un planeta determinado.
Es como si la historia del mundo que conocemos fuera un organismo vivo que nace y muere como nosotros.
Esta explicación es fundamental para entender por qué las Técnicas milenarias de la meditación el mantra y otras herramientas conocidas como espirituales están menos activadas energéticamente para el hombre occidental y europeo.
¿Y por qué sucede esto?
Las técnicas son siempre las mismas, sólo que el organismo vivo del hombre ha evolucionado y el organismo tibetano de miles de años no era el mismo, estaba en otra octava evolutiva. 

No vamos a tratar si eran mejores o peores que nosotros. Desde la física cuántica nos vamos a introducir en otros caminos de investigación y ver de qué forma la física cuántica nos va a ayudar a dar un salto cuántico a otra concepción del mundo microcósmico y macrocósmico. Nosotros también somos un mundo y no hombres.

Desde la Física Cuántica, el hombre es un micro-universo. La cultura emergente actual no permite discernir quienes somos correctamente, habrá que esperar un tiempo que está cercano para despertar a esta nueva concepción. Si fuera posible sería muy bueno no tener datos en nuestra mente y entonces poder hacer pruebas e investigación del universo y de nuestro mundo pero esto no es posible.

Ya tenemos información, datos culturales que condicionan nuestros juicios a la hora de definir quienes somos, de dónde venimos y hacia dónde vamos.
Desde la física cuántica todo puede ser estudiado y modificar nuestros comportamientos emocionales y mentales de una manera rápida y segura.
Por ejemplo: cambiamos el paradigma, el orden de ver la realidad, porque la realidad que notamos es la que condiciona nuestro karma-destino. La Biblia dice: "...y Dios creó al hombre a imagen y semejanza de Él".

En algún momento como investigador de estas ciencias se me ocurrió pensar al revés: Y el hombre creó a Dios a imagen y semejanza de él.
Es decir que tenemos una idea de Dios que podría ser contraria a la esperada por todos nosotros.
Hubo en el siglo XIX la tendencia positivista en la cual creían en la materia y luego una tendencia o filosofía de la Energía.

El problema que yo veo a la luz de la física cuántica es que una se define a la otra y de a.C. no se sale se forma un círculo vicioso.
Por lo tanto, veamos que actualmente se habla en la espiritualidad de la energía y esto es retardatario y extemporáneo es como hablar como si estuviéramos en el siglo XIX pero actualizados en siglo 21.

Es decir, actualmente hay que salir del concepto de Energía para pasar a otro concepto cuántico que es Energía = Información.
Por ejemplo, el aura contiene información, no energía.
Los chakras contienen información.
El cerebro tiene información, las hormonas son información en la sangre.
Por ello me animo a decir que el hombre actual, tiene 2 tipos de información: Una biológica o terrenal, éteres reflectores de vida orgánica, que mantienen el orden material de información de la especie humana.

La segunda es Cósmica cuántica totalidad. Esto quiere decir que desde la física cuántica esta segunda concepción estaría indicando que tenemos un linaje que contiene información de la totalidad infinita.
¿Qué sucedería si despertáramos a esta concepción? Los que están leyendo esta información, sabrían que un salto cuántico habría inmediatamente.
Hacia allá vamos. La física científica cuántica sospecha según mi visión, que estamos cerca de algo desconocido para descifrar ahora.

Es bueno aceptar que no podemos tomar la cosa tal cual la describimos actualmente, y que no podemos describir una incógnita por otra incógnita es decir x=y y= x.
Kant, un investigador de estas ciencias, estableció el hecho de que todo lo que los sentidos perciben es percibido en el espacio-tiempo que conocemos.
Pero, yo digo, puede haber otros espacios-tiempos desconocidos para la ciencia evolutiva de estos momentos y estableció Kant que el hecho de que la extensión en el espacio y la existencia en el tiempo no son propiedades de las cosas inherentes a ellas sino meramente propiedades de nuestra propiedad de los sentidos.

Hasta aquí, lo que Kant decía; ahora bien, el tiempo y el espacio serían una prolongación de la razón.

Digo: la razón y lo racional no son lo mismo.
La razón sería una pequeña parte de lo racional, como lo es una rueda a un vehículo.
Es muy difícil saber del vehículo si solo creemos en la rueda.
Es decir: la razón nos ayuda a conformar el mundo que queremos ver.
El problema no es lo que vemos...
Lo grave actualmente en la Humanidad es que estamos creyendo ciegamente en lo que vemos, en lo que oyen nuestros oídos, por los cuales escuchamos y así sucesivamente.

Siendo así hay muy pocas posibilidades de conocer mundos tetradimensionales o multidimensionales que pueden existir.

Otro concepto que se utiliza en la espiritualidad y lleva confusión a la hora de penetrar en los secretos... no hay misterios... hay secretos. Por ejemplo, el de las dimensiones.
Todo es materia, solo que en varios órdenes desde lo mas sutil hasta lo mas denso. La energía desde la física cuántica también es materia solo que mas sutil.
El vapor de agua es materia y el hielo también.
Bajo esta concepción de cuántica Dios es materia; pero primordial y atemporal no fraccionable e inmutable.
Lo que marca la diferencia es el orden de materialidad con que están construidadas las cosas.
El origen de la Materia es desconocido...
Uno ve el metal, por ejemplo, dice "materia" pero en realidad no vemos la naturaleza de la materia, su origen.
El hombre actual y la física cuántica sospecha bien... que el hombre manipula materia o energía... pero no la naturaleza de las mismas.
Por eso las materias que vemos pueden según la cuántica estar en varios planos simultáneamente.

Ejemplo: La Muerte es un plano simultáneo a nosotros...
si entráramos a él moriríamos.... ahora que estamos leyendo... estamos en otro plano material donde la vida que tú consideras es posible...

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