¿Somos inteligentes los humanos?
Una nave extraterrestre aterriza en nuestra planeta y, con gran sorpresa, descubre que está poblado por una especie que manifiesta indicios de inteligencia (nosotros).
Resulta que los extraterrestres vienen de un planeta con una atmósfera muy turbia, donde la visión no resulta útil, por lo que utilizan para orientarse una forma de eco-locación similar a la de los murciélagos terrícolas.
Los alienígenas ‘abducen’ a unos cuantos humanos y los envían a su planeta para realizar un estudio cuidadoso. Allí, los científicos extraterrestres se preguntan si estas extrañas criaturas pueden considerarse inteligentes y, no sin cierta lógica, comienzan estudiando la capacidad de eco-locación de los humanos.
Los primeros experimentos son prometedores. Al parecer, los humanos pueden emitir sonidos, aunque de una frecuencia demasiado baja para que sean de verdadera utilidad. Además pueden percibir si están situados cerca de un objeto grande, debido al eco que producen sus sonidos.
A pesar de estos auspiciosos comienzos, los avances se estacan rápidamente. Todo lo más, pueden hacer un cálculo sumamente incierto de la distancia a la que está situada una pared, pero su capacidad de eco-locación no pasa de ahí. Tras varios meses desesperantes, los científicos concluyen que los humanos son incapaces de eco-locar ‘una vaca en un garaje’.
En un momento dado, a alguien se le ocurre que tal vez el problema no radique en la capacidad mental de los humanos, sino de que estos carecen de un aparato ultra-fonador apropiado. Para resolver esto, emplean un mecanismo capaz de convertir los sonidos que emiten en ultrasonidos. Sin embargo, esto no parece mejorar en nada las cosas. De nuevo, a alguien se le ocurre que quizá el problema radique en que son incapaces de ‘oir’ los ecos del ultrasonido.
Para ello se aplica otro mecanismo capaz de convertir el eco en sonidos audibles para los humanos. Y sin embargo, la habilidad de éstos sigue sin mejorar. Al cabo de dos años, los científicos extraterrestres concluyen que el cerebro de los humanos es simplemente incapaz de procesar los ecos y declaran que estas criaturas están irremediablemente incapacitadas para la eco-locación.
Los científicos están desolados, ya que han invertido mucho trabajo y el proyecto les ha costado una fracción no despreciable del presupuesto. El caso es que los humanos ‘parecían’ una especie inteligente ¿por qué su capacidad es tan limitada?
Poco después, los exploradores extraterrestres anuncian que han encontrado dos especies de mamífero con capacidad de eco-locación en la Tierra: uno volador y otro marino.
El estudio de los humanos es abandonado inmediatamente.
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