jueves, 19 de marzo de 2009

SERETONINA & ANANDAMIDA



Muchas personas a la noche, 
suelen tener necesidad de comer chocolate o dulces.

Ellas saben perfectamente que con esto engorda, le suben los triglicéridos, 
el colesterol, la presión arterial, 
no obstante el deseo puede sobre cualquier otra amenaza.

Esta actitud escapa de su control voluntario,
 ya que se trata de una necesidad química del organismo.

¿A qué nos conduce esta actitud?
 Pues apunta hacia síntomas de estrés, ansiedad y algo de depresión.

¿Por qué?
 Porque significa el descenso de una sustancia fundamental que se produce en el cerebro para el equilibrio emocional: la seretonina.

El buen ánimo depende de dos componentes:
1.- Una adecuada, equilibrada y buena alimentación.
2.- Un bajo nivel de estrés

Si faltan nutrientes esenciales o el estrés es alto se produce un descenso considerable de la seretonina cerebral que genera tensión, inquietud, ansiedad, 
desgano o irritabilidad, mal humor 
y un cierto impulso a comer o ingerir sustancias como el alcohol, etc.

El cerebro produce la seretonina a partir del aminoácido triptofano
que ingerimos con los alimentos.

El consumo de chocolate y dulces por las personas estresadas 
y deprimidas es la vía más rápida para crear niveles suficientes 
de triptofano en la sangre, 
que facilita la producción en el cerebro de seretonina.

Al amanecer, la seretonina está muy elevada, 
de ahí que casi no apetezca consumir estos productos, 
pero a medida que avanza el día, disminuye 
y ya sobre las cuatro de la tarde presenta un descenso brusco; 
eso hace que suelan aparecer estados más angustiosos, 
con el clásico bajón o nerviosismo.

Al elevarse la seretonina después de comer el dulce confiere alivio y cierto placer.

Entonces, ya dijimos que el chocolate contiene triptofano...
 ¿Y qué más? 

Hay que agregarle la cafeína y la teobromina
que ejercen acciones antidepresivas. 

También feniletilamina, una molécula estimulante similar a la anfetamina y magnesio
cuyo descenso se relaciona con la presión premenstrual.

Pero hete aquí que en 1992, R Mechoulan, científico investigador, 
identificó en el cerebro una sustancia que llamó anandamida
idéntica a la que posee la marihuana
 (en sánscrito, ananda significa embeleso o arrobamiento.)

Pues el chocolate también posee cantidades importantes de anandamida, 
responsable de la sensación de distensión y de relajación.

Al comer chocolate se siente hambre rápidamente porque los niveles de azúcar
 son prácticamente barridos de la sangre por el exceso de insulina 
que genera el propio chocolate.

Se produce entonces una hipoglucemia 
(bajo nivel de azúcar en la sangre) que induce por lógica a comer.

El efecto de todas estas sustancias del chocolate, es fugaz.
 Y el consumo excesivo del mismo o de dulces revela 
deficiencias neuroquímicas
 y personas con un estado enmascarado de estrés y depresión.


y a mi,
 me encanta el chocolate ...

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