No crean, para mí tampoco fue fácil.
Verla tan hermosa y llorando,
y yo buscando un minuto más.
Al menos un abrazo más.
Ya me abré ido
y Dios sabe si algún día regresaré.
Tal vez nunca la vea de nuevo.
sentires, de colores ausentes,
y, yo, claro,
yo que no soy de palo, pues me quebré.
Porque tal vez muchos crean que soy un insensible,
pero no, soy un hombre de carne y hueso.
“Sigo mi camino”
fue un hermoso cruce...
fue lo último que le dije
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