La razón adormecida
Ni una gota más modifico el reflejo estático en el lago.
Seguía mostrando la imagen invertida de una persona.
Ella se contemplaba sola, en el borde mirando detenidamente, esperando que el mundo arrojara una piedra que provocara la estela continua del vaivén rutinario de la existencia.
Es cuando se detiene el tiempo, parece que no avanza cuando en realidad
se va con cada aliento, cambian las cosas.
Pero el reflejo sigue mostrando que algo permanece innato, inherente al cambio,
el elemento estático yacente.
Sigue siendo la misma esencia que el comienzo de los días, el alma que no se modifica,
el eterno resplandor de la luz del recuerdo.
a mente es el misterio que el hombre debe resolver.
Cuándo comprendas que la forma en la que crees conocerte es solo el invento de tu mente,
no es nada más que lo que podrías llegar a ser, una simple posibilidad.
Esperando que algo le diera la pista de despertarla,
quitara la apacible tranquilidad en el lago, derramara una duda más
y preparara el camino para afrontar la vida misma.
La agonía de Narciso
Solitario, caminaba mirando el espejo.
Un rostro hermoso, elegante, una silueta perfecta, la sombra más hermosa del mundo.
Si eras perfecto querido Narciso.
Los árboles, las rosas, la naturaleza misma se ponía celosa cuando estaba a tu lado.
Tu mano se aferraba al espejo, te admirabas y brillaban mas tus ojos cuando te veías.
Que mujer no hubiera estado a tu lado, pero en tu mundo no había espacio,
un ser tan grande y tan hermoso se basta a si mismo para vivir.
La más hermosa no era tan hermosa y quedaba reducida a una simple muchacha
común a tu lado.
Si no hubiera sido, tal vez esa piedrita en tu camino,
o no levantabas la vista y la hubieras visto.
Como todo, sigue su curso, la belleza lamentablemente no dura la eternidad.
Puedes contemplarte al borde del lago, brillar y llevar un espejo de vanidad encima.
Pero de tanto mirarte tu mundo se arruina por que te tropiezas cuando ya es tarde,
la piedra en tu camino que no viste rompe tu espejo, los vidrios se incrustan en tu rostro.
Tu belleza no fue más que la discordia que te causó la vanidad, el egoísmo.
Corriste al nuevo espejo, pero no te gusto el rostro que viste,
el que era tuyo ahora, el que buscaste indirectamente por quererte, amarte sobre todas las cosas.
Ahora te miras y escondes la cara, ya no caminas altanero por la vida,
buscas y no encuentras más que rechazos. Pero aprendiste al fin Narciso,
la vida es algo más que ser una cara bonita…
FLORE
SALTA
palabrassigilosas.blogspot.com
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