¿Quién ganó?

Es un momento simbólico para iraquíes y estadounidenses.
La batalla por restaurar la economía de Irak entra en una nueva fase, entre el optimismo y la inquietud, cuando comienza la retirada del ejército de EE.UU. de los centros urbanos del país, seis años después del inicio de la invasión que derrocó a Saddam Hussein.
El fin de la primera etapa de la retirada de los efectivos (la última se completará en 2012) genera expectativas y frases de optimismo entre funcionarios iraquíes quienes aseguran que la nación árabe avanza hacia la estabilidad.
Otros, no tan optimistas, señalan que el país está muy lejos de conseguir esa estabilidad y que, en lugar de la sociedad iraquí en su conjunto, los ganadores del proceso político iniciado en 2003 son las transnacionales, la industria armamentista e, incluso, Irán.
Mientras Estados Unidos no ha logrado lo que esperaba en 2003, Irán ha logrado lo que ni siquiera imaginaba en cuando a tener más peso en la región
Robert Matthews, FRIDE
Voces oficiales aseguran que las facciones políticas y los grupos religiosos pueden movilizarse de manera efectiva para utilizar los vastos recursos naturales en favor del país y reconstruir la infraestructura.
Un reciente informe del Banco Mundial (BM) dice que las autoridades han logrado progresos en cuanto a la estabilización económica y que el comportamiento macroeconómico ha mejorado.
Según el BM, el gobierno ha reducido la inflación y disminuido el gasto, pese a que el desempleo sigue alto y los mejoramientos en el acceso a la salud y la educación no se ha traducido aún en un mejoramiento significativo en la calidad de vida de los iraquíes.
No obstante, las autoridades insisten en que la sociedad se encuentra en la senda de la reconstrucción sin dejar de reconocer que se trata de un largo camino no exento de dificultades.
Para Robert Matthews, analista de la Fundación para las Relaciones Internacionales y el Diálogo Exterior (FRIDE), la sociedad iraquí está muy lejos de encontrarse en una condición estable y es aún muy pronto para saber quiénes han sido los ganadores y quiénes los perdedores del proceso político que siguió a la invasión de hace seis años.
"Estados Unidos no logró lo que quería. Al comienzo lo que quería era una democracia pura que serviría de plataforma para difundir la democracia" en el Medio Oriente, lo cual "seguramente no se ha logrado".
Irán
En todo caso, un ganador podría ser Irán "porque mientras Estados Unidos no ha logrado lo que esperaba en 2003, Irán ha logrado lo que ni siquiera imaginaba en cuando a tener más peso en la región".
En contraste, para el analista Marcos Roitman, Washington es claramente el gran ganador de ese proceso.
"En el fondo es Estados Unidos quien está llevando todo el proceso de reconstrucción con sus empresas trasnacionales, con sus mecanismos económicos" junto a sus aliados occidentales, "lo cual presupone que aunque se retiren los ejércitos hay una ganancia desde el punto de vista de mantenimiento de las tecnologías, de los equipos; en definitiva hay una sofisticación a la hora de entender cuál va a ser la presencia de EE.UU."
Y esta presencia, según Roitman, apunta a reforzar los intereses de "los inversores estadounidenses".
El petróleo
Se cree que Irak tiene una de las mayores reservas de crudo del mundo, con 115.000 millones de barriles de reservas comprobadas, por lo que el tema del petróleo es clave en el tema de la reconstrucción, y el papel que jueguen las empresas en la explotación de ese recurso podría convertirlas en ganadoras netas.
Hay que recordar que el petróleo iraquí no es exportado a EE.UU. y en muchos casos ni siquiera a muchos países de Europa Occidental
Gustavo Morales, Universidad CEU San Pablo
"Nuestro objetivo es llevar la producción de petróleo de 2,4 millones de barriles por día a más de 4 millones de barriles", aseguró el ministro de Petróleo Husein Chahristani.
Pero los planes de elevar la producción "probablemente sean demasiado optimistas", según manifestó la Agencia Internacional de la Energía (AIE), que además previó un descenso en la capacidad de bombeo en los próximos dos años
El profesor Gustavo Morales, de la Universidad CEU San Pablo, afirma que "en estos momentos EE.UU. no tiene intereses concretos más que asegurar el petróleo.
Pero "hay que recordar que el petróleo iraquí no es exportado a EE.UU. y en muchos casos ni siquiera a muchos países de Europa Occidental" aliados de Washington "sino que fundamentalmente va a Japón".
Entonces, en opinión de Morales, ¿quiénes son los ganadores a seis años de la invasión liderada por Washington?
Negocio privado
"Seis años después los ganadores son las empresas que surgieron como hongos, a partir del siglo XXI, de soldados profesionales; es decir de los nuevos mercenarios.
Hay una sofisticación a la hora de entender cuál va a ser la presencia de EE.UU.
Marcos Roitman, analista
"Son la empresa Blackwater, la empresa Triple Canopy; las empresas que han hecho de la guerra un negocio privado, que han liberado al ejército de muchas de sus funciones y son en estos momentos esenciales para la seguridad de las empresas extranjeras que operan en Irak así como para los propios altos cargos del Estado iraquí.
No obstante, Morales reconoce que "la sociedad iraquí está reconstruyéndose; está generando una clase media que ya preexistía y que está recuperando un poco su protagonismo económico y que tiene mucho más protagonismo político".
La sociedad iraquí "puede que esté llegando a los niveles de bienestar que tenía durante el Irak de Saddan Hussein. Me refiero al bienestar económico. Evidentemente, el bienestar político es muy superior. Pero cuando los servicios de electricidad o agua corriente no son adecuados, "es un poco superfluo decir que puedes votar libremente en las elecciones".
Morales concluye que "la tarea de reconstrucción va a ser larga; va a ser costosa y se va a exigir que la labor de reconstruir una industria basada principalmente en el petróleo y con muy poco diversificación, venga bien financiada desde el exterior".





¿Qué cambió?

La gran incógnita es si la violencia se va a contener o desbordar.
Seis años después de la invasión liderada por EE.UU. llega el momento que algunos califican como el principio del fin de la ocupación de Irak.
La retirada de las tropas estadounidenses de los centros urbanos iraquíes -que debe completarse este martes según los términos del acuerdo de seguridad y cooperación firmado a finales del pasado año- ha sido saludada por unos y vista con preoucupación por otros.
Para autoridades iraquíes como el primer ministro, Nuri al-Malik, "estamos en el umbral de una nueva fase que reforzará la soberanía
de Irak".
El jefe de gobierno aseveró: "Es un mensaje al mundo de que ahora somos capaces de salvaguardar nuestra seguridad y administrar nuestros asuntos internos".
Pero el escepticismo de otros se ha visto reforzado con una serie de ataques llevados a cabo en Bagdad y en el norte del país, y dos de esos atentados han sido los más sangrientos en más de un año.
¿Misión cumplida?
En consecuencia, los observadores se preguntan si aquella frase optimista del ex presidente de EE.UU. George W. Bush pronunciada a bordo de un portaaviones en 2003 tiene resonancias este martes: ¿Misión cumplida?
Estamos en el umbral de una nueva fase que reforzará la soberanía de Irak
Nuri al-Malik, primer ministro de Irak
En meses recientes, políticos iraquíes y oficiales del ejército estadounidense expresaron su confianza en que el país finalmente tomaba el rumbo correcto.
Las elecciones provinciales de enero pasado se llevaron a cabo de manera pacífica y permitieron que se respirara cierto aire de tranquilidad.
Sin embargo, Mike Sergeant, corresponsal de la BBC en Bagdad, explicó que aquellos políticos que creyeron que el problema de Irak había sido resuelto, posiblemente se han dado cuenta de que fueron demasiado optimistas y simplificaron un tema muy complicado a raíz de ataques violentos perpetrados en febrero y marzo de este año, con un saldo de más de más de 200 vidas cada mes.
Ahora algunos funcionarios han reconocido que podrían elevarse los atentados mientras se repliegan las tropas estadounidenses.
Maliki, no obstante, insiste en que se han logrado buenos niveles comparativos de seguridad y que el proceso político es lo suficientemente estable como para no colapsar.
¿Violencia selectiva?
Portavoces del ejército estadounidense han calificado los recientes ataques como intentos desesperados de los grupos vinculados a al-Qaeda por mantenerse activos en momentos en que los insurgentes están cada vez más marginados de la sociedad y la política iraquíes.
Los logros tiene que ponerse al lado de la gran destrucción del país incluyendo la economía
Robert Matthews, FRIDE
Para el analista internacional Marcos Roitman, sin embargo, a seis años de la invasión "lo que no hay es una guerra abierta. Hay una paz forzada con un proceso de militarización de la sociedad".
Roitman aseguró a BBC Mundo que "si hablamos de cambio simplemente hay un maquillaje que hace creer que no existe guerra" en el país árabe.
"Si el problema fuera cuantitativo, y no cualitativo, sería un problema estadístico, pero la paz y la estabilidad en Irak y en la región no es un problema de estadísticas en términos de que ha disminuido cuantitativamente la violencia. Ahora tenemos un período de violencia selectiva".
En opinión del analista internacional Gustavo Morales, profesor de la Universidad CEU San Pablo y director adjunto de la revista War Heat Internacional, "la retirada de las fuerzas de EE.UU. es una buena noticia para la resistencia, tanto la baasista (del Partido Baas, de Saddam Hussein) como la resistencia islámica integrista" porque puede percibir que se abre "un tiempo de debilidad".
En palabras del experto, en lo adelante "se va a saber si el entrenamiento que recibieron las fuerzas del nuevo ejército iraquí y las nuevas fuerzas de policía ha sido correcto".
"Embrión"
Probablemente, según el analista, ahora "se intensifiquen los ataques y haya choques armados. Puede pasarse en algunas zonas de los atentados a la lucha abierta entre facciones insurgentes y tropas iraquíes".
En seis años ha comenzado a haber un leve embrión de lo que puede ser un Estado iraquí. La gente empieza a acostumbrarse a que elige a sus gobernantes
Gustavo Morales, Universidad CEU San Pablo
Pese a todo, dice Morales, "en seis años ha comenzado a haber un leve embrión de lo que puede ser un Estado iraquí. La gente empieza a acostumbrarse a que elige a sus gobernantes".
Por su parte, Robert Matthews, analista de la Fundación para las Relaciones Internacionales y el Diálogo Exterior (FRIDE), opina que el país "tiene funcionando a cierto nivel una política y un sistema de votación que todavía no es pefecto pero se puede decir que es un sistema político".
Ahora, "los logros tienen que ponerse al lado de la gran destrucción del país incluyendo la economía: el paro sigue y más que todo la fragmentación política. Los tres grupos principales no se han encajado en una solución política y esa es la gran incognita": si la violencia se va a contener o desbordar.
(fuente:BBC-Mundo)
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