martes, 15 de septiembre de 2009

Anna Anderson & Anastasia de rusia...


* Anastasia es la primera niña desde la derecha

Anna Anderson, fue la mujer que durante toda su vida
aseguró ser la Duquesa.

Siempre me cautivó esta historia fascinante
y misteriosa que fue llevada varias veces a la pantalla grande.

Según algunos historiadores la hija del
Zar Nicolás II fue asesinada
a los 17 años junto a toda su familia
en la noche del 16 al 17 de julio de 1918.

Luego del triunfo de la
Segunda Revolución Rusa,
en la que los bolcheviques liderados porLenin derrocaron
al gobierno de Kérensky, se ordenó el traslado de toda
la familia imperial a Ekaterinburgo que en ese momento
estaba bajo control del Ejército Rojo.

Ante el avance de la legión checoslovaca hacia la ciudad,
se temió la liberación de la familia por medio de las tropas
y que intentasen restaurar el régimen del Zar.

Por ese motivo la familia entera fue llevada
a media noche al sótano de la casa donde estaban cautivos
con la excusa de ser fotografiados,
pero en lugar de eso fueron asesinados bajo expresa autorización
de Lenin y el gobierno Soviético por un pelotón bolchevique
al mando del frío y despiadado comisario Yurovksky.

Luego fueron rociados con ácido para borrar todo tipo de huellas
y no poder ser identificados, y por último enterrados
en el bosque sin ninguna señal.

Se dice que los últimos en morir fueron los dos menores,
Anastasia y el débil Zarevich porque fueron protegidos
por la Zarina y sus hijas mayores que intentaron cubrirlos
con sus propios cuerpos.

La mezcla de intriga y leyenda comienza dos años después
con la posible supervivencia de Anastasia e incluso de toda
la familia y con la aparición de una mujer, Anna Anderson.

Algunos dicen que fue encontrada a punto de lanzarse a un canal,
otros que fue rescatada por un soldado del ejercito rojo de
entre los cuerpos al ver que respiraba, con quien además
tuvo un hijo que acabó en una institución rusa cuando ella escapó del país.

La internaron en una institución para enfermos
mentales deprimida y casi muda, donde dos años después,
al ver una foto de la familia del zar aseguró
ser la Gran Duquesa Anastasia.

La mujer contó la historia fragmentada debido a su amnesia,
dijo que el cuerpo de su hermana le hizo de escudo porque
cayó detrás de ella luego de ser disparada.

Estuvo inconsciente y despertó en un vagón,
cuando era trasladada.

* Foto de Anne Anderson (derecha) junto a una de las últimas fotos de Anastasia

Nunca hubo certeza en cuanto a la verdadera identidad de Anna Anderson
aunque su aspecto físico y sus rasgos eran similares a los de Anastasia
y los datos que daba sobre la familia parecían ser ciertos.

Fue reconocida como la Gran Duquesa por algunos familiares de los Románov,
la madre del zar entre ellos, aunque no todos estuvieron convencidos.

Luchó por su identidad hasta el final en un juicio que se inició en 1938
y fue cerrado oficialmente en 1970, y se lo reconoce como el más largo
de la historia de Alemania, en el cual no pudo aportar suficientes
pruebas para demostrar que era la Gran Duquesa.

Anna, falleció en 1984 y por expreso deseo suyo sus restos fueron cremados.

Se consiguió dar con la tumba del zar, la zarina y tres de sus hijas mayores
en 1991 luego innumerables intentos, pero a los pocos días encontraron
cerca de ahí los restos de dos niños, supuestamente debían
ser Anastasia y Zarevich,
nunca se supo por qué fueron enterrados aparte.

Después del hallazgo de los cuerpos se hicieron pruebas de ADN.

Habían quedado guardadas muestras de una biopsia
de Anna Anderson y sirvieron para corroborar que
que no era Anastasia Romanov.

Es más, su ADN mitocondrial coincide con el de la familia Schanzkowski
de Polonia, por eso muchos historiadores indican
que era una obrera de polaca llamada Franziska Schanzkowska.

Esto tiraba por la borda la supervivencia de Anastasia.

La historia está sembrada de incógnitas.

Una vez escuché que al estar escrita por el hombre,
muchas de las cosas que estudiamos no han sido ciertas,
por eso siempre se despiertan conjeturas sobre algunos hechos
y esta leyenda, siendo una de las más grandes del siglo XX,
es uno de esos casos.

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