Corrían el año 1494 y El Conde Ludovico Sforza le pidió a Leonardo da Vinci pintar para la nueva Iglesia de los dominicos de Santa María de las Gracias en Milán un mural de grandes dimensiones, denominado La Última Cena.
El fin de la obra se demoró 4 años, concluyendo en 1498, por el perfeccionismo de Leonardo y la complejidad de la técnica elegida. La ejecución del mural al temple y óleo sobre dos capas de preparación de yeso extendidas sobre enlucido, permitía pintar, detenerse y después de un tiempo retomar el trabajo.
Esta nueva técnica contribuyo a su gran deterioro a partir del 1500 e influyó en un gran número de especulaciones.
Con respecto, al tema del mural, La última cena es uno de los relatos bíblicos más importantes y conocidos y proviene del Evangelio de Juan 13:21.
Se trata del pasaje donde Jesús junto a sus apóstoles comparten la que sería su última cena, en el momento en que explica que entre ellos hay un traidor que lo va a entregar.
Sus apóstoles, en grupos de tres responden de una forma distinta, mostrando todas las emociones humanas posibles como la ira, el temor y la confusión.
Leonardo da Vinci, fue visionario incluso en la elección de los modelos que representarían los personajes, ya que eran personas que veía en la calle, al contrario de lo que se hacía en el Renacimiento donde los personajes eran representados por los mecenas que financiaban las obras.
Debido al gran deterioro del mural y las circunstancias que fueron novedosas en su tiempo, esta obra dio lugar a mucha literatura, filmografía e investigaciones sobre los distintos mitos que surgen en torno a ella.
El último de ellos es El Código Da Vinci, novela de Dan Brown que se convirtió en un bestseller traducido a 44 idiomas sobre el rol deMaria Magdalena en el cristianismo y una teoría de conspiración relacionada con el Santo Grial.
Tal fue la polémica levantada por este libro que ha dado lugar a por lo menos 10 libros más, refutando sus argumentos que al parecer contienen errores históricos, culturales, geográficos y religiosos.
Las principales dudas que surgen alrededor de La Última Cena de Leonardo da Vinci
son las siguientes:
- El joven a la derecha de Jesús, ¿es en realidad María Magdalena o San Juan?: En su “Tratado de la Pintura”, Leonardo explica que cada personaje debe ser pintado con arreglo a su edad y condición. Un tipo clásico, como en muchos cuadros del Renacimiento, es el estudiante. El favorito, el protegido o el discípulo son siempre hombres muy jóvenes, totalmente afeitados y de cabello largo, con objeto de transmitir la idea de que aún no han madurado lo suficiente como para haber encontrado su camino. A lo largo del Renacimiento, los artistas pintaron así a San Juan, representándolo siempre como un joven, de pelo largo, delgado y sin los rasgos duros del hombre adulto.
- ¿Por qué las figuras de Juan y Jesús parecen reflejos simétricos?: Una pista nos puede proporcionar los escritos de Leonardo donde explica porque realizó las figuras de Juan y Jesús como iguales y opuestos como reflejados en un espejo. “El placer y el dolor representados como gemelos, puesto que nunca hay uno sin el otro; y como si estuvieran unidos de revés a revés, puesto que son contrarios el uno con el otro (…)” [Extractos de Leonardo de: "Los cuadernos de Leonardo Da Vinci" compilado y editado de los manuscritos originales por Jean Paul Richter, Dover Edition, 1970, primera publicación en 1883 por Sampson Low, Marston, Searle y Rivington bajo el título "Los trabajos literarios de Leonardo da Vinci. Publicaciones Dover, Nueva York].
- La mano que sostiene un cuchillo ¿es de Judas o en realidad es de San Pedro?: En la obra se puede notar que entre Pedro Simón y Judas Iscariote se logra ver una mano sosteniendo un cuchillo. “El dibujo preliminar y las copias posteriores de La Última Cena demuestran que la mano y el cuchillo pertenecen a Pedro y según una cita en el Evangelio según San Juan, Pedro sacó la espada en defensa de Jesús contra el enemigo quien en ese momento entregaba a Dios con un beso.”- argumenta Bruce Boucher del New York Times. Esto se pudo descubrir luego de la última restauración en 1977, donde los especialistas hicieron estudios radiográficos que demuestran los dibujos previos.
- ¿Leonardo da Vinci se pintó a sí mismo en esta obra?: Si bien es cierto que Leonardo tomó personas reales para sus modelos de los apóstoles, en ningún caso es cierto que él mismo se pintara en la escena, supuestamente el segundo apóstol de la derecha. Por más que el parecido es real, en ningún caso coincide por fechas. La pintura data de 1494-1498, y en ese tiempo Leonardo tenía 45 años, mientras que el aspecto del apóstol es de más edad.
Seguramente con el paso del tiempo, seguirán apareciendo nuevos mitos, alimentados por la gran imaginación que despierta esta genial obra, así como el interesante tema que expone. Sin dudas aún hay mucho material para libros y películas sobre los inventos y la propia vida del maestro italiano del Renacimiento, Leonardo da Vinci.
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