Los ocho sectores que componen el LHC se encuentran a 1.9 K de temperatura (-271ºC).
Han sido enfriados utilizando líneas criogénicas que contienen helio líquido.
Esta temperatura operativa es menor que la del espacio profundo, estimada en 2.7K.
Los imanes que dirigen los haces de partículas en el interior del LHC
necesitan estar así de fríos debido a que a esas temperaturas se convierten
en superconductores, conduciendo la corriente eléctrica sin pérdidas
y a resistencia cero.
En los experimentos del LHC, dos haces de protones serán disparados en direcciones opuestas a través del anillo entre los imanes.
Alcanzarán velocidades cercanas a la velocidad de la luz e impactarán
uno contra el otro en cuatro puntos diferentes.
Miles de partículas serán producidas en estas colisiones,
que serán estudiadas.
Los resultados esperados arrojarán nuevas luces sobre los inicios del universo.
Un problema con uno de los imanes en septiembre de 2008 produjo que el LHC
tuviera que ser apagado tras la derrama de cerca de una tonelada de helio líquido
en el interior del túnel.
Ahora el anillo del LHC ha sido enfriado de nuevo y se pueden empezar
a hacer pruebas con los imanes.
En el proceso los imanes van siendo gradualmente alimentados con mayor
corriente hasta alcanzar la corriente operativa de 6 kA.
Esta corriente es necesaria para guiar los haces de partículas,
a una energía nominal de 3.5 TeV.
El CERN además llevará a cabo pruebas de componentes para proteger
los imanes del quenching (pérdida de superconductividad por aumento brusco
en la temperatura) antes de que comiencen los experimentos.
Antes de noviembre planean inyectar un haz de baja intensidad para hacer pruebas
y a finales de noviembre esperan comenzar con las colisiones de baja intensidad.
Si estas pruebas van como se espera, la energía será paulatinamente incrementada
y los experimentos a altas energías comenzarán en diciembre o enero.
James Gillies, director de comuniaciones con el CERN dijo
que las colisiones de altas energías son extremadamente delicadas.
Dice que las distancias relativas son como disparar alfileres en direcciones
opuestas desde orillas contrarias en el Atlántico y conseguir que choquen entre sí.
El LHC es el mayor acelerador jamás construído.
Sus imanes fueron alineados en un túnel circular de 27 kilómetros de perímetro,
enterrados a una profundidad de entre 50 y 175 metros bajo el suelo entre las fronteras
de Suiza y Francia.
Se encuentra en el CERN en Ginebra y se esperan recrear condiciones similares
a cuando el universo era muy joven.
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