MISTERIO -
Oleo sobre lienzo - Elsa Gillari
No hubo despedida solo un macabro silencio cobarde.
Atesoro recuerdos de un falso amor,
hoguera que ayer creí existente por
impúdicas señales con palabras escritas no sé por quién.
Resistencia de mi entrega no pudo salvarme.
Silencio…debo escucharme.
Indolente curiosidad primaria me traicionó.
No te creía.
Tu flecha envenenada acertó en mi talón de Aquiles,
tu daga perfumada de azahares,
acarició histriónicamente trémulo Ser vulnerable,
indefenso de vampiros insaciables.
Mi credulidad hoy me condena.
Sí, me condena.
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